Este escrito publicado en Kaos en la Red demuestra que el gobierno del Estado Español dista mucho de estar comprometido con el presente proceso de paz en Euskal Herria:
La "grave enfermedad" de los exiliados vascos
La «grave enfermedad» de los exiliados es el exilio, por eso la estrategia de criminalización practicada por el Estado español -con los franquistas o con los "socialistas"- es una auténtica inducción al asesinato.
Daniel C. Bilbao
Ha muerto otro vasco en el exilio. ¿Cuántos ya? Desde las guerras carlistas en adelante. ¿Cuántos durante los 40 años de la dictadura franquista? ¿Cuántos desde que los hijos putativos del franquismo y la izquierda degradada se hicieran cargo del simulacro democrático de la Transición? Y sólo estamos hablando de los exiliados políticos, no de los económicos, expulsados por las políticas de clase que sumieron en la miseria a los pueblos del Estado español.
En los medios nos ha tocado leer, en cada caso, que la causa de su muerte -salvo la excepción de los asesinados por el estado español o en accidentes- ha sido «una grave enfermedad». Ningún "demócrata" de los que se pavonea a diario en los medios se hará cargo. Para ellos es sólo una contingencia, y no hallarán responsabilidad alguna en sus partidos o en sus gobiernos, o en sus políticas. Será, en todo caso, la ley de la vida o un problema de la medicina.
Pero no es así. La «grave enfermedad» es en realidad un crimen, que se parece mucho a un asesinato. La enfermedad que mata es el exilio. Es la lejanía de su familia, de su casa, de sus amigos. Es no poder ver a sus hijos o a sus padres durante largos años. Mata la privación de un derecho tan humano como el de convivir con su familia. Mata la impotencia que produce la impunidad de las políticas que ejecutan los criminales que gobiernan. Mata la indignación que produce que un juez ramplón, ignorante y brutal empuje a cientos de seres humanos al exilio.
La «grave enfermedad» de los exiliados es el exilio, por eso la estrategia de criminalización practicada por el Estado español -con los franquistas o con los "socialistas"- es una auténtica inducción al asesinato. La persecución política y judicial del independentismo vasco es lo que conduce a la muerte a los exiliados, tal como la política de la dispersión lleva a la muerte de los familiares de los presos.
Los exiliados vascos mueren lejos de sus casas, sin el abrazo de sus padres, esposa o hermanos, porque en el Estado español están prohibidas las ideas que no concuerden con el nacionalismo español, fascistoide y elitista.
Iñaki Rike Bilbao ha muerto en el exilio, asesinado por el Estado español, por el Partido Popular y el PSOE y el cómplice silencio de los "demócratas". Ésa ha sido su «grave enfermedad».
*Daniel C. Bilbao es periodista, escritor y coordinador general de la Asociacíón Internacional Diáspora Vasca.... ... .
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