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sábado, 15 de febrero de 2003

El 'Guernica' les Incomoda

Justo ayer comentábamos como el bombardeo a la villa vasca de Gernika por parte de la aviación fascista italiana y la aviación nazi alemana a solicitud expresa de Francisco Franco quien buscaba de esa manera castigar al pueblo vasco por resistir en contra de su alzamiento militar había terminado por convertirse en uno de los símbolos contra la guerra más poderosos nos venimos a enterar por conducto de La Jornada que durante la comparecencia de Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas la réplica de la obra monumental de Pablo Picasso habría sido velada de la vista de los asistentes con una cortina azul.

Aquí la información:


Arranca aplausos en la ONU la posición francesa de mantener la paz en Irak

Reaparece la réplica del 'Guernica' ubicada en la sede del Consejo de Seguridad

David Brooks y Jim Cason | Corresponsales

Este viernes fue descubierto el Guernica, la réplica del cuadro de Picasso que está ubicada en el pasillo frente al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y tal vez eso provocó lo que fue un día en el que volaron palomas dentro de tan serio foro.

Nunca había sucedido algo parecido en la cúpula de la ONU, dicen los que tienen larga memoria. De pronto la sala del Consejo de Seguridad se inundó por una ovación espontánea, violando las reglas del orden establecidas. Los aplausos provenían de diplomáticos y de periodistas, todos acostumbrados a respetar las formas en este foro diplomático.

Una declaración por la paz -hecha por uno de los cinco miembros permanentes del consejo (de 15 en total), destinada a otros dos integrantes permanentes, entre ellos Estados Unidos- rompió hoy el protocolo.

Las dos posiciones generales en el debate mundial sobre la guerra y la paz en torno a Irak fueron encabezadas este viernes por Estados Unidos, por un lado, y por Francia, por el otro, las cuales se manifestaron en la que es tal vez la más abierta confrontación entre "aliados" que se haya registrado en un foro mundial.

En esta ronda, medida por la reacción dentro de la sala del consejo, la vía pacífica, de Francia, ganó... por ahora.

"En este templo de Naciones Unidas, somos los guardianes de un ideal, los guardianes de una conciencia. La onerosa responsabilidad y el inmenso honor que tenemos nos tiene que llevar a dar prioridad al desarme en paz", expresó el canciller francés, Dominique de Villepin, después de ofrecer un amplio argumento en favor de continuar con las inspecciones y advertir sobre las graves consecuencias de una guerra.

Respondiendo a recientes declaraciones de altos funcionarios estadunidenses de que Francia es un país de la "vieja Europa" que no recuerda los sacrificios que los estadunidenses hicieron por ella, De Villepin señaló:

"Hoy este mensaje proviene de un país viejo, Francia, de un continente como el mío, Europa, que ha conocido guerras, ocupación y barbarie."

Prosiguió: "Un viejo país que no se olvida y reconoce todo lo que debe a los luchadores de la libertad que vinieron de Estados Unidos y otros países. Y así nunca ha dejado de pararse de frente ante la cara de la historia y ante la humanidad. De forma resuelta desea actuar con todos los miembros de la comunidad internacional. Leal a sus valores, cree en nuestra habilidad de construir juntos un mundo mejor."

Tanto asombró la reacción que Joschka Fischer, canciller de Alemania, país que preside el consejo durante este mes, no logró mantener el orden. Una reportera mexicana se conmocionó y con varios más de los colegas de esta profesión "objetiva" empezó a aplaudir.

Dos periodistas estadunidenses le preguntaron si era de un medio francés, y cuando respondió que no, sino de uno mexicano, menos entendieron.

Poco después tocó el turno a Estados Unidos, por conducto de su secretario de Estado, Colin Powell. El ex general se vio en la necesidad de acudir en defensa de su país y dijo que estaba complacido de ser representante de una nación "relativamente nueva en el mundo", pero que es "la democracia más vieja congregada aquí alrededor de esta mesa".

Agregó: "estoy orgulloso de ello, una democracia que cree en la paz (...) pero que no ha temido cumplir con sus responsabilidades en el estrado mundial cuando ha sido retada".

Luego se dedicó a reiterar la necesidad de amenazar con el uso de la fuerza a Irak para obligarlo a cumplir con sus compromisos de desarmarse. Acabó y debe registrarse un hecho: no hubo un solo aplauso.

El canciller británico, Jack Straw, poco antes, también debió buscar la forma de responder, e intentó hacerlo con un poco del famoso humor inglés: "También hablo a nombre de un país muy viejo fundado en 1066 por los franceses", y repitió la línea anglo-estadunidense en favor de amenazar con el uso de fuerza.

Pero no acabo ahí. El canciller ruso decidió respaldar la posición francesa a favor de continuar con las inspecciones y agotar la vía diplomática antes de considerar la opción de la guerra.

Casi al terminar, señaló que era Día de San Valentín, durante el cual los enamorados se comprometían por todo el mundo y se celebraba la unidad. "Ojalá pudiéramos hacer algo parecido aquí", abundó, arrancando otro breve aplauso.

Fischer llamó la atención del público (diplomáticos y periodistas acreditados), explicando que no se permitían los aplausos dentro de la cámara, "aun si es Día de San Valentín".

Al final, todos salieron y fueron obligados a pasar frente al Guernica, ahora descubierto, un explícito no a la guerra. Fue un día casi sin precedente (antes, la única ocasión en la que hubo aplausos fue cuando se presentó Nelson Mandela hace 10 años, pero eso fue en honor a él).

Volaron palomas, el Guernica reapareció y San Valentín fue tema dentro del Consejo de Seguridad. Picasso lo habría disfrutado. 




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