Damos seguimiento al más reciente ataque por parte de Madrid en contra de los derechos civiles, políticos y lingüísticos del pueblo vasco, mismo que se ha materializado en el cierre del periódico Egunkaria.
Aquí la información:
Protestan partidos y periodistas vascos por el cierre de Euskaldunon Egunkaria
El gobierno de Ibarretxe repudia la medida; la justifica el vicepresidente Mariano Rajoy
Armando G. Tejeda | CorresponsalLos trabajadores del diario Euskaldunon Egunkaria, cerrado el jueves por las autoridades españolas por su presunta relación con la organización separatista vasca ETA, editaron otro de nombre Egunero, en cuyo titular aparece la frase "cerrado, pero no callado".
El cierre del único diario escrito en lengua euskera de España provocó la indignación del gobierno autonómico vasco, de la mayoría de los partidos políticos -con la excepción del Partido Popular (PP) y el Partido Socialista de Euskadi- y asociaciones de periodistas, que lo consideraron un atentado a los "derechos fundamentales".
Por lo anterior, organizaciones políticas y profesionales exigieron la reapertura inmediata de Euskaldunon Egunkaria, periódico fundado en 1990.
El juez Juan del Olmo, de la Audiencia Nacional española, ordenó el precinto de las cuatro sedes del rotativo -en Andoain, Pamplona, Vitoria y Bilbao- y la detención de 10 de sus dirigentes, entre ellos el director Martxelo Otamendi, bajo la acusación de pertenecer a ETA militar.
La medida suscitó un revuelo político en el País Vasco, donde los tres partidos que forman el gobierno -Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna e Izquierda Unida Esker-Batua- presentaron en el Parlamento vasco una propuesta para exigir la "inmediata reapertura" del periódico, al considerar que su cierre supone una "inequívoca vulneración del derecho de libertad de expresión, de información y presunción de inocencia".
El gobierno vasco, presidido por Juan José Ibarretxe, dijo que el cierre del rotativo es fruto de "actuaciones combinadas del Ministerio del Interior español y la Audiencia Nacional", que se basó en supuestos informes elaborados por "la jefatura del Servicio de Información de la Guardia Civil", que llevó a cabo la operación.
En el texto presentado ante la Cámara se denunció "el permanente empeño del gobierno español en intentar relacionar sistemáticamente el euskera y el mundo de la cultura con la violencia".
En la sesión parlamentaria hubo enfrentamiento entre diputados de la suspendida coalición Batasuna con representantes del PP, a quienes acusaron de haber instigado el cierre del rotativo.
Antton Morcillo, legislador abertzale, sostuvo que el cierre del diario es "un ataque fascista a este pueblo y en contra de la libertad de expresión".
Para el vicepresidente del gobierno español, Mariano Rajoy, es absurdo que se achaque la clausura del diario a un "ataque" al euskera y estimó "desproporcionada" la reacción del gobierno vasco.
El juez Del Olmo sostuvo en el auto judicial dado a conocer hoy que "ETA tomaba decisiones sobre el funcionamiento de la editora de Euskaldunon Egunkaria que corresponden al Consejo de Administración".
Así, dijo, "la estrategia terrorista de ETA, tanto desde el punto de vista económico-financiero (de transferir fondos provenientes o de su entramado para la adquisición de esta y otras sociedades), como del fortalecimiento de uno de sus objetivos terroristas (creación de una estructura informativa en euskera)", busca "facilitar el amparo y difusión del ideario terrorista".
El juez dio un plazo de 10 días para que los representantes legales del rotativo presenten sus alegaciones "antes de dictar la suspensión de actividades de la sociedad por un tiempo máximo de cinco años".
El consejero de Justicia del gobierno vasco, Joseba Azkarraga, calificó de "impresentable" la medida de "excepción", que "pone en riesgo la división de poderes".
A su vez, el vocero del Partido Socialista Obrero Español, Jesús Caldera, exigió que la "investigación judicial se haga con la máxima rapidez para que el periódico vuelva a editarse lo antes posible", mientras que el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, calificó la medida de "desmesurada", al "cercenar la libertad de expresión sin justificación penal alguna".
Los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió dijeron que la medida pretende "confundir deliberadamente el nacionalismo democrático con ETA y criminalizar al PNV y EA", algo que consideró "muy grave en una democracia".
A la condena por el cierre del diario se sumaron organizaciones como Gesto por la Paz, Reporteros sin Fronteras y la Federación de Sindicatos de Periodistas. Esta última emitió un comunicado en el que afirmó que "el cierre judicial es un ataque grave al derecho fundamental a la información que protege el artículo 20 de la Constitución".
También en Bayona, Francia, varias decenas de personas protestaron frente al consulado de España por el cierre de Euskaldunon Egunkaria. La manifestación congregó a trabajadores de la prensa vasca, así como a miembros de Batasuna y del movimiento de apoyo a los prisioneros vascos Askatasuna.
Los diarios de circulación nacional y local coincidieron en su mayoría -con excepción de los conservadores ABC y La Razón- en que se trata de una medida desproporcionada que atenta contra los "derechos fundamentales".
A su vez, el diario vasco Gara afirmó que "el cierre de Euskaldunon Egunkaria es un grave ataque a la libertad de expresión, como lo fue en su día el cierre de Egin". Y, al igual que sucedió entonces, la "suspensión cautelar" es en realidad una condena de muerte para el periódico.
Aseguró que el cierre del periódico es una "operación política de carácter estratégico para el Estado, cuyo fin es impedir que se puedan asentar las bases para que algún día, si la ciudadanía vasca así lo quiere, pueda ser dueña de su propio destino", al tiempo que calificó de atropello la detención de 10 personas que en algún momento han tenido alguna relación con ese medio.
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