La gente miraba con estupor como el elegante velero avanzaba sin control hacia el icónico puente de Brooklyn, las enormes banderas de México desplegadas.
Los cadetes mexicanos, parados sobre la arboladura, intentaban desesperadamente ponerse a salvo.
La noticia corrió como reguero de pólvora y las primeras acusaciones infundadas comenzaron a llenar el espacio del internet.
En días posteriores se sabrá que fue lo que realmente ocurrió.
Desde este blog le deseamos lo mejor a los cadetes heridos y extendemos nuestro pésame a las familias de los dos fallecidos.
Aquí lo que ha publicado El Confidencial en la estela del accidente:
Así es el Buque Escuela Cuauhtémoc que ha sufrido un accidente en Nueva York: su origen está en País Vasco
El emblemático velero de instrucción de la Armada mexicana, con más de cuarenta años de historia, chocó contra el puente de Brooklyn, dejando al menos dos fallecidos y más de 20 heridos entre su tripulación
Roberto Ruiz AndersonDurante una maniobra de salida en aguas del East River, el Buque Escuela Cuauhtémoc ha colisionado contra la parte inferior del puente de Brooklyn, en Nueva York. El accidente, ocurrido la pasada noche, se ha saldado con dos marinos fallecidos y al menos 20 heridos, once de ellos graves, según han informado autoridades mexicanas y locales. La Secretaría de Marina de México ha confirmado que el impacto dañó gravemente la nave, interrumpiendo así el crucero de instrucción. El Departamento de Bomberos de Nueva York ha detallado que 27 personas recibieron atención médica, mientras que el alcalde Eric Adams ha asegurado que la estructura del puente no ha sufrido desperfectos. Alrededor de 270 personas iban a bordo.
Construido en 1982 en los astilleros de Bilbao, el Cuauhtémoc fue un encargo específico del Gobierno de México a la industria naval del País Vasco. Desde entonces, esta embarcación de tres mástiles y más de 90 metros de eslora se convirtió en una de las naves más reconocibles de la Armada mexicana. El velero fue concebido como buque escuela, destinado a la formación de los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar. En su primera travesía, bajo el mando del capitán Manuel Zermeño del Peón, inició el crucero Barlovento 82, con el que debutó como símbolo flotante de la nación.
La historia del Cuauhtémoc ha estado marcada por su doble función: por un lado, entrenamiento militar al estilo clásico; por otro, representación diplomática. Según ha recordado el diario mexicano El Financiero, el barco ha recalado en puertos de todo el mundo llevando un mensaje de buena voluntad. Con su bandera tricolor ondeando en lo alto, se ha presentado como "embajador cultural y diplomático de México", con visitas abiertas al público en ciudades como Nueva York, Sídney o Shanghái. Además de sus cuatro vueltas al mundo, el buque ha participado en competiciones internacionales de grandes veleros, obteniendo reconocimientos como la prestigiosa Tetera Boston.
El velero lleva el nombre de Cuauhtémoc, último Hueyi Tlatoani independiente del imperio mexica de los aztecas, capturado y ejecutado por los conquistadores españoles en 1525, lo que refuerza el simbolismo del buque como emblema de resistencia, dignidad y legado histórico mexicano.
Una nave forjada en valores navales
Más allá de su elegante silueta de velero, el Cuauhtémoc cumple una misión formativa exigente. En su cubierta, los cadetes aprenden a fijar el rumbo con sextante, a leer las estrellas y a dominar el viento, bajo la tutela de marinos veteranos. La Armada lo define como un espacio de aprendizaje en honor, deber, lealtad y patriotismo, pilares que forman parte del escudo heráldico de la nave. En 2011, incorporó por primera vez a mujeres en su dotación, marcando un hito en la integración de género en la Marina mexicana.
El origen vasco del buque no es un simple dato anecdótico. La elección de los astilleros de Bilbao no solo respondió a capacidades técnicas, sino también a una tradición naval compartida entre España y México. Desde su botadura, el Cuauhtémoc ha sido objeto de cuidado y orgullo en ambas orillas del Atlántico: su diseño pertenece a una línea de veleros escuela similares a los utilizados por otros países iberoamericanos, aunque pocos han alcanzado su notoriedad y trayectoria.
Las investigaciones sobre las causas exactas del accidente siguen en curso. Según las primeras hipótesis, el choque podría haber sido provocado por una pérdida de control debida a un fallo mecánico, que habría impedido frenar o maniobrar a tiempo antes de cruzar bajo el puente. Mientras se revisan los daños humanos y materiales, tanto el Gobierno mexicano como las autoridades neoyorquinas mantienen contacto directo para coordinar la asistencia a los heridos y evaluar los pasos a seguir en la gira interrumpida del emblemático buque.
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