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sábado, 29 de agosto de 2015

Después de Suruç

Les compartimos este reportaje publicado en Proceso con respecto a la masacre de Suruç perpetrada por el gobierno turco en contra de los internacionalistas solidarios que trabajaban en solidaridad con los libertadores de Kobani luchando en contra del monstruo estadounidense-israelí conocido como Estado Islámico.

Aquí lo tienen:

Turquía aún sufre los efectos de un ataque suicida ocurrido el 20 de julio pasado y que cobró la vida de 32 jóvenes estudiantes y activistas, quienes se dirigían a realizar proyectos comunitarios y ayudar a la reconstrucción de la ciudad kurda de Kobane, en Siria, tras la guerra librada ahí contra el Estado Islámico (ISIS) desde el 2014.

El gobierno turco habría usado el ataque para comenzar una guerra no sólo contra ISIS, sino contra kurdos e izquierdistas opositores al régimen del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), comentaron a Apro integrantes de la Federación de la Asociación de Juventudes Socialistas (SGDF), organización a la que pertenecía la mayor parte de las víctimas del atentado.

“Ahora entendemos que este ataque no era sólo contra nuestra federación”, denuncia Fatma Edem, integrante del SGDF.

“Comenzaron a atacar gente en nombre de la guerra contra el terrorismo” opina también Gülşah Gülen, columnista del periódico independiente Kaldıraç.

Cinco días después del atentado, además de bombardear posiciones de ISIS en Siria, el gobierno turco bombardeó campamentos de la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Irak, rompiendo la tregua que había con el grupo armado desde que comenzó un proceso de negociación de paz en 2012.

De acuerdo con una nota de la cadena árabe Al Jazeera publicada el mismo 25 de julio, la policía turca llevó a cabo el jueves 23 de julio redadas contra 100 locales supuestamente pertenecientes a ISIS, pero también de “grupos armados kurdos e izquierdistas” en diversas partes. El saldo de las operaciones en 13 provincias tan sólo ese día fue de 251 detenciones, reportó Al Jazeera. Para el sábado 25 de julio había más de 500 detenidos.

Los entrevistados también recuerdan que después de la masacre hubo manifestaciones en diversas ciudades de todo el país en las que se protestaba y exigía justicia por la muerte de los 32. La policía repelió a los inconformes con tanquetas de agua y gas lacrimógeno.

Gülşah Gülen relata que los funerales de los estudiantes también fueron vigilados por la policía. Se quitaron pósteres, se destruyeron memoriales, se prohibieron manifestaciones con el argumento de que no había permiso legal para realizarlos.

Desde el 25 de julio diversos medios fueron prohibidos y no se pueden consultar en Turquía. Algunos de ellos son sendika1.org, diclehaber.com, anfenglish.com.

De acuerdo con el reportaje “La activista de 20 años que murió tratando de ayudar a reconstruir una ciudad”, elaborado por la red de periodismo ciudadano Global Voices, además de estudiantes en la caravana Reconstruir Kobane había supervisores electorales, activistas y un candidato al Parlamento.

Sus 200 integrantes querían construir un colegio, una biblioteca y un parque, pues con una campaña recolectaron despensas para la población kurda, además de libros y juguetes.

El reportaje presenta un perfil de una joven de nombre Hatice Ezgi Sadet, cuya cuenta de Instagram se hizo famosa después del atentado (@ezgisadet). Hatice y sus compañeros cargaban una pancarta que decía: “Lo defendemos juntos, lo estamos construyendo juntos”. Terminaban una conferencia de prensa, cuando sobrevino la explosión cuyo móvil todavía no queda claro.

“Nunca preguntaron cómo protegernos. Ahora nos preguntamos: ¡Dónde estaba la policía?”, pregunta Fatma.

A la fecha, nadie se ha adjudicado la explosión ocurrida en el Centro Cultural Amara, en la ciudad oriental de Suruç (ubicada a 15 kilómetros de Kobane). Una nota de la BBC publicada el 26 de julio titulada “Tensión en Turquía por muerte de estudiantes en ataque suicida”, asevera que la prensa local difundió información de que la atacante era kurda, pero de ISIS.

La misma nota asevera que la guerrilla kurda reivindicó un ataque el miércoles 22 contra dos agentes de seguridad turcos acusados a su vez de colaborar con ISIS en el ataque de Suruç.

Fatma Edem cuenta que el primer ministro Davutoğlu fue a ver a sus compañeros heridos, pero éstos le pidieron que se fuera. Ese mismo día la policía tomó a tres personas en custodia adentro del hospital. Una era la madre de una persona herida y dos eran sus compañeros.

“Nadie del gobierno estuvo en el ataque cuando generalmente fuerzas del gobierno ven las protestas, conferencias de prensa, todo. Y toman notas, pero ahora no”, platica Gülşah Gülen.

El estudiante Ozan Corbazi recuerda y se pregunta:

“El gobierno sabe cuándo pintamos una barda. ¿No sabía de un miembro de ISIS con bombas que entra a un edificio de cultura con alta seguridad y accede a una conferencia de prensa?”.
Motivos electorales
Desde el 2014 medios como ABC y El País han publicado diversas notas con los títulos: “Erdoğan (el presidente turco) busca una Turquía de régimen presidencialista” o “Erdoğan da un paso más hacia el presidencialismo”. De acuerdo con la Constitución de 1982, el presidente es el jefe del Estado, pero no del Ejecutivo. El actual presidente tendría aspiraciones para ampliar su rango de acción.

El 27 de agosto Global Voices publicó una columna llamada “¿Está Turquía regresando a los temidos noventa?”, en la que hace referencia a la época de los más duros enfrentamientos entre el PKK y el Ejército turco.

El texto dice que entre el 20 de julio y el 20 de agosto unas 140 personas han muerto en Turquía, especialmente en zonas kurdas, y el tiroteo y la explosión de una granada este miércoles 19 en el Palacio Dolmabahçe.

También menciona que la violencia ha comenzado desde las elecciones de junio, en las que el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), una plataforma de organizaciones sociales fundada en 2012 y de filiación pro-kurda, vivió más de 100 percances en las pasadas elecciones pero obtuvo 10% de las votaciones, lo cual quitó la mayoría parlamentaria del AKP.

Turquía tendrá entonces que ir de nuevo a elecciones el 1 de noviembre tras el fracaso de negociaciones para formar un gobierno de coalición. “Esto puso en duda el plan de Erdoğan de cambiar la Constitución turca a un sistema presidencial con mayoría parlamentaria”, dice el texto.

Sin embargo, Gülşah Gülen opina que el atentado ha generado sentimientos nacionalistas en Turquía inflamados por el AKP.

Además, Fatma ve un móvil electoral en el uso de la tragedia dirigido a ganar popularidad:

“Quieren continuar la guerra antes de las elecciones. Creen que de esta manera pueden obtener lo que quieran. Primero un gobierno de un solo partido y luego un gobierno presidencial”.

Desde Gezi

Pero el ataque terrorista en contra de los activistas no es el primer problema que enfrentan quienes se organizan en Turquía. Los gobiernos del AKP reprimieron brutalmente con imágenes de tanques de agua disparando contra gente indefensa que dieron la vuelta a todo el mundo las protestas del parque Gezi (mayo de 2013).

También se llevaron a cabo manifestaciones de mujeres bajo el hashtag #OzgecanAslan por la rampante tasa de feminicidios del país en febrero de este 2015.

En 2014, Turquía obtuvo el primer lugar en una lista de los países que más periodistas encarcela en el mundo. La lista fue elaborada por Reporteros Sin Fronteras y Freedom House.

Incluso, Proceso publicó en 2013 el texto “Turquía, prisión de la palabra”, donde se explica que el gobierno ejerce una “extendida persecución y encarcelamiento de periodistas que tiene a la libre expresión en un punto crítico”. En ese entonces, en el país había 76 periodistas presos.

Ozan Corbazi cuenta:

“En Turquía no podemos caminar de un punto a otro con banderas o pancartas porque las marchas están prohibidas desde hace meses. Nos disparan con balas de goma y gas en el Oeste y con balas reales en la parte del Kurdistán. Una cuarta parte de los estudiantes no tiene empleo. Se destruye buena parte de la naturaleza, por eso empezó la protesta en Gezi, por un parque”.

En las próximas elecciones, el HDP puede obtener buena parte del electorado juvenil, reitera Fátima. Gülen, quien opina que después de la defensa del parque Gezi hay más respuesta de la sociedad:

“Tiene la mente abierta. Hoy al menos la gente ya no cree todo lo que se dice en la TV y ahora la gente está buscando qué pensar y qué hacer”.

Sobre la reconstrucción de Kobane que quedó pendiente, la SGDF menciona que ahora están en una campaña para cubrir los gastos médicos de los heridos y para las familias de quienes fueron asesinados. Aun así, enviaron a este reportero una foto en turco cuya traducción dsecribe:

“Kobane, regresaremos a ti”.



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