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domingo, 5 de junio de 2011

Euskal Astea en Durango



El motor detrás de la capacidad de movilización del pueblo vasco radica en su capacidad para reinventarse a la vez que mantiene fuertes lazos con sus tradiciones. Este texto publicado en Deia nos hace un recuento de una de las muchas actividades que se llevan a cabo con el fin de fortalecer el tejido social vasco de la mejor manera que hay, viviendo su cultura:

La fiesta de la música y danza euskaldunes

Jon Baraja

Durante toda la jornada de ayer, las calles de Durango acogieron una gran fiesta de la cultura euskaldun, concretamente, de la música y la danza. Y es que coincidieron dos de las grandes citas de la presente edición de la Euskal Astea durangarra, un acontecimiento que se celebra anualmente en la villa desde 1997 y que tiene como objetivo favorecer y potenciar la cultura, el folclore y las tradiciones vascas.

Los diferentes actos del Día de la Trikitixa de Euskal Herria y del Dantzaroa convirtieron la villa en un gigantesco escenario y, a la vez, en punto de encuentro de cientos de enamorados del ambiente euskaldun. Los festejos comenzaron a la mañana, a las 11.00 horas, momento en el que se reunieron los trikitilaris en Iurreta, y terminaron casi al anochecer, cuando los dantzaris pusieron punto y final a su actuación con una soka-dantza.

El Día de la Trikitixa es un evento que año tras año organiza la Asociación de Trikitixa de Euskal Herria, que esta vez se decantó por Iurreta y Durango para reunir a centenares de soinujoles y panderojoles de toda la geografía vasca.

El gran objetivo de esta celebración es fomentar y difundir la trikitixa, agrupación musical formada por el soinu o acordeón diatónico, y el pandero. Por ello, durante todo el día de ayer, numerosas escuelas y aficionados de estos instrumentos y de este estilo musical pudieron disfrutar y tomar parte en las en numerosas actividades que se llevaron a cabo en ambas localidades.

"Este día no solo ofrece a los más jóvenes la oportunidad de salir a la plaza, también es una gran ocasión para fortalecer su relación con otras personas que comparten esta misma afición", explicaron desde la organización.

Numerosas actividades 

Los actos comenzaron a las 11.00 horas, cuando todos los grupos de trikitilaris se reunieron en Iurreta. Media hora después, se separaron para recorrer todas las calles del municipio animando y alegrando a los vecinos con sus melodías. "Así da gusto salir a la calle, con esta música una parece que tiene más energía", afirmó una vecina que no dudó en bailar al ritmo de la música.

La kalejira finalizó a las 12.30 horas en la plaza de San Miguel, lugar en el que se vivió uno de los momentos más emotivos. Y es que allí se le rindió homenaje al iurretarra Jose Jabier Abasolo Tiliño, que aunque en su vida laboral haya desempeñado la labor de tornero, su afición siempre ha sido y será la cultura vasca. Debido a la gran labor realizada en el municipio durante muchos años organizando actividades relacionadas con la trikitixa y la dantza, la plaza se abarrotó de vecinos que quisieron acompañar a Tiliño en su gran día.

Una vez finalizado el homenaje, los trikitilaris partieron hacia Durango y recorrieron las calles del casco antiguo haciendo sonar sus alegres melodías. Ya a las 14.00 horas llegó el momento de reponer fuerzas, por lo que los trikitilaris se juntaron en Landako Gunea para disfrutar de una comida popular. Casi sin tiempo para hacer la digestión -a las 17.30- comenzó una romería con Gozategi.

Hora y media más tarde, empezaron los festejos de la tercera edición de Dantzaroa, una iniciativa de Gerediaga Elkartea en la que participaron alrededor de 200 dantzaris de diez grupos de Durangaldea. El punto de reunión fue la plaza del Ayuntamiento durangarra, donde comenzó el pasacalles hasta la plaza Ezkurdi, lugar en el que se celebró el alarde de danzas.

Los chicos fueron los primeros en demostrar sus habilidades y bailaron conocidas danzas como banangoa, makiljokoa y txotxongilo. Después llegó el turno de las chicas, que bailaron zinta dantza, estanpa y arku-dantza. Para acabar, todos se unieron y bailaron el aurresku y la soka-dantza. "A pesar de que vivimos en una comarca de dantzaris, las danzas principales de nuestra cultura son desconocidas para muchas personas. La intención de Dantzaroa es darlas a conocer", apuntaron desde Gerediaga.


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