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martes, 26 de noviembre de 2002

La Ordalía de Josu Lariz

Argentina y Uruguay se han sumado a México como estados que han decidido colaborar con el terrorismo de estado español, ese que tortura para extraer confesiones de los detenidos en su feroz campaña de supresión de derechos del pueblo vasco, campaña de odio que se ha materializado en la muerte por suicidio del represaliado político vasco Félix Ramón Gil Ostoaga, campaña de odio que ahora se extiende por América Latina aprovechando el clima represivo creado por Washington tras el 11-S.

Les invitamos a leer esto que nos reporta La Jornada:


Tras ser expulsado de Uruguay pide asilo a Argentina presunto ex etarra

La salida fue una medida política, admite Montevideo

Un presunto ex integrante de la organización separatista vasca ETA pidió este lunes ante la justicia de Argentina asilo político y rechazó ser extraditado a España tras ser expulsado a este país por el gobierno de Uruguay, que ante las críticas admitió que ésa fue una medida política, que justificó en el contexto de la lucha contra el "terrorismo".

Tras ser detenido el viernes en la capital argentina, Jesús María Lariz Iriondo declaró ante la justicia en una audiencia durante la cual pidió asilo como "refugiado político", dijeron fuentes de la defensa.

Sobre el arrestado pesaba un pedido de captura de la justicia española, que lo identifica como miembro de ETA, acusado en su país de colocar en 1984 una bomba que mató a varios policías. La detención ocurrió una semana antes de la llegada a Argentina, el 29 de noviembre, de una delegación del gobierno vasco.

Jesús María Lariz Iriondo, de 45 años, llegó el viernes procedente de Uruguay, país que lo expulsó tras negarse a otorgar su extradición. La fiscalía argentina, por su lado, tratará de averiguar las razones por las cuales Montevideo envió al presunto etarra a Argentina, porque lo considera un hecho "raro", especialmente teniendo en cuenta que el acusado estaba en aquel país ubicado desde hace varios años, casado con una uruguaya.

Desde Montevideo, el ministro uruguayo del Interior, Guillermo Stirling, admitió que la decisión fue política, aunque "respaldada por una decisión legal.

"Creo que lo que estamos viviendo actualmente en el mundo determina que se esté contra los terroristas o se esté con ellos", subrayó Stirling en respuesta a las críticas que recibió el gobierno por la forma expedita en que cumplió la expulsión, cuando el ciudadano vasco abandonaba el juzgado tras recobrar su libertad.

Se sospecha que el presidente uruguayo, Jorge Batlle, acordó recientemente con su homólogo español, José María Aznar, la entrega de Jesús María Lariz Iriondo, aunque la justicia había dispuesto la semana pasada denegar el pedido de extradición.

En Madrid, entre tanto, Aznar asistió este lunes a un homenaje del Senado español a las víctimas del terrorismo, durante el cual entregó medallas a los familiares de 216 asesinados por ETA. También estuvieron presentes el presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, y el ministro francés del Interior, Nicolas Sardozy, además de funcionarios y políticos españoles.

De su lado, el portavoz del gobierno del País Vasco, Josu Jon Imaz, lamentó en nombre del Ejecutivo de la región la muerte del miembro de ETA Ramón Gil Ostoaga, quien apareció muerto el sábado; el etarra se suicidó de un tiro en una localidad cercana a San Sebastián.

Gil Ostoaga salió de prisión hace seis semanas en libertad provisional, tras haber cumplido las tres cuartas partes de la condena, como precisan las leyes, pero la decisión causó protestas del gobierno y medios de prensa.

"Todo indica que estamos ante un suicidio. Como gobierno lamentamos la pérdida de cualquier vida humana", expresó Imaz, mientras el consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarra, reiteró que Ostoaga había sufrido un "linchamiento personal" por la campaña en contra de su liberación.

Los restos de Ostoaga fueron incinerados hoy en San Sebastián, ante la presencia de sus familiares y de miembros de la coalición nacionalista Batasuna, suspendida por el juez Baltazar Garzón en agosto pasado.

Por otra parte, el magistrado, de 46 años, ingresó anoche en el hospital Montepríncipe de Madrid -del cual salió este lunes- tras sufrir una parálisis facial parcial provocada por un cuadro de hipertensión debido al estrés, informaron fuentes de la Audiencia Nacional.

El nosocomio difundió un comunicado en el que precisó que el juez presentaba un cuadro de "parálisis facial periférica izquierda e hipertensión". El magistrado se hizo famoso por haber logrado la detención durante 17 meses del ex dictador chileno Augusto Pinochet en Gran Bretaña. 




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