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domingo, 15 de junio de 2025

Una Muerte Evitable

Ahora que ha quedado al descubierto que muchas de las condenas en contra de independentistas vascos se lograron mediante autoinculpaciones derivadas de la práctica sistemática de la tortura, además de la política de excepción aplicada en contra de ellos como la incomunicación, la dispersión y el aislamiento, casos como el de Juankar Alberdi se pueden analizar con una nueva luz.

Aquí lo que ha publicado Naiz con respecto a su aniversario luctuoso:


«Era evitable», el mensaje de Egiari Zor en el aniversario de la muerte de Alberdi en Herrera

Urnieta ha recordado este domingo a Juankar Alberdi en el 37 aniversario de su muerte en Herrera. Egiari Zor ha incidido en que «era evitable» y fue consecuencia de «un castigo arbitrario e injustificado por razones políticas». Y ha instado a no excluir a nadie en los reconocimientos oficiales.

Juankar Alberdi Martirena ‘Krakas’ falleció hace ahora 37 años en la cárcel de Herrera de la Mancha. Un acto en Urnieta lo ha recordado a mediodía de este domingo, dentro de la dinámica de Egiari Zor en favor de la verdad sobre estos casos de violencia estatal, y que traslada además una idea en el caso de las víctimas de la política penitenciaria de excepción: «Era evitable».

Así lo ha subrayado Pilar Garaialde, representante de la Fundación Egiari Zor, poniendo por delante datos que hablan por sí solos: en las últimas cuatro décadas, «en el periodo presuntamente democrático, 36 presos políticos vascos y 16 familiares de estos han perdido la vida en diferentes situaciones, debido a las medidas de excepción que se han aplicado sistemáticamente. Además, otras dos personas se suicidaron para evitar su ingreso en prisión. Estas muertes pudieron haberse evitado. Si los derechos humanos hubieran prevalecido por encima de la venganza, el castigo añadido, la seguridad o cualquier otra consideración, la realidad hubiera sido bien distinta».

El caso concreto de Alberdi está muy ligado a una prisión de triste recuerdo: Herrera de la Mancha. Allí murieron cuatro presos vascos. Este preso falleció apenas cuatro meses después de otro, Mikel Lopetegi, y dos años más tarde de Joseba Asensio. Es decir, tres fallecidos en apenas 24 meses. A ‘Krakas’ no se le había diagnosticado ninguna enfermedad, pero con apenas 30 años le sobrevino un edema pulmonar fatal. Los peritos del Instituto Nacional de Toxicología afirmaron que la asfixia consiguiente resultó determinante y que no se pudo hacer nada por su vida.

«Estas muertes tienen algo en común –han remarcado Garaialde en Urnieta–: en todas ellas la aplicación de medidas políticas excepcionales como modus operandi ha sido decisiva. Negar la debida atención sanitaria, aplicar de forma arbitraria los protocolos contra las enfermedades incurables, las duras condiciones de vida dentro de la cárcel, el aislamiento prolongado, la clasificación sistemática en primer grado o inclusión en fichero FIES, la intervención permanente de las comunicaciones, el alejamiento, la dispersión...», ha enumerado. Y todo ello aplicado «mientras no se produjese una renuncia de sus aspiraciones políticas» por parte de personas presas como Juankar Alberdi.

Hora de reconocer

El acto ha hecho hincapié en que «los estados deberán reconocer que, en el marco del conflicto, en base a unos objetivos políticos, asumieron que algunas personas presas y sus familiares podían morir».

En este contexto Pilar Garaialde se ha dirigido además a las instituciones vascas para reclamar que las leyes de reconocimiento de víctimas de violencia política «deben adaptarse necesariamente a parámetros internacionales en materia de derechos humanos, de forma que no se excluya a ninguna víctima».

«Escuchamos numerosas referencias al valor superior de los derechos humanos y la dignidad humana, pero se dejan fuera de todos los censos y estadísticas las consecuencias humanas de la política penitenciaria de excepción –ha denunciado–. La memoria de lo ocurrido no puede acotarse a unos intereses que tienen más que ver con visiones particulares y partidistas. Todas las víctimas mortales y supervivientes, todos los sufrimientos generados por la violencia que hemos sufrido, deben ser reconocidos y reparados oficialmente, y todas esas violaciones, también la de Juankar Alberdi, deben tener su lugar en las políticas de memoria».



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Entrevista a Sabino Cuadra

Les invitamos a leer esta entrevista a Sabino Cuadra que ha sido publicada por Viento Sur. 

En la misma, Cuadra arroja luz sobre lo ocurrido en los Sanfermines de 1978 para que así podamos entender la impunidad con la que actúan quienes están encargados de implementar las diferentes estrategias de terrorismo de estado español en contra del pueblo vasco.

Adelante con la lectura:


En los sanfermines de 1978, la policía española irrumpió en la plaza de toros de Iruñea y abrió fuego contra la multitud. La carga se extendió por toda la ciudad durante horas, y provocó decenas de heridos y un joven muerto, Germán Rodríguez. Muchas investigaciones han abordado aquellos hechos, pero pocas han señalado directamente a quienes lo ordenaron, planificaron y justificaron. Este libro  de Sabino Cuadra lo hace. Nombra a los responsables, reconstruye sus trayectorias y expone el entramado político, policial y judicial que sostuvo su impunidad. Sabino Cuadra, ochenta militó en LKI, Zutik! y Batzarre, así como en Komite Internazionalistak y en el sindicato LAB. En 2001 fue elegido como diputado para el Congreso español en las listas de Amaiur. Pero, más allá de eso, es habitual analista en este sitio de  viento sur

Petxo Idoiaga

Viento Sur. En octubre de 2019 editasteis un libro, también en Txalaparta y con SF78gogoan!, con el título !No os importe matar. Sanfermines 1978: Crimen de Estado. Ahora vuelves sobre el tema, con una concreción importante: los victimarios. ¿Se habían quedado cosas en el tintero o se están produciendo avances importantes?

Sabino. El primer libro que señalas tenía como objetivo contar lo que ocurrió en aquella indiscriminada, gratuita, violenta y criminal actuación policial de la que se derivaron dos personas muertas (Germán Rodríguez, en Iruñea, y Joseba Barandiarán, en Donostia), 11 heridas de bala y alrededor de 300 atendidas en distintos centros sanitarios, bastantes de ellas graves.

Ahora, en este segundo, titulado “Sanfermines 1978: los victimarios”, se busca indagar sobre todo en la identidad y responsabilidades de éstos. Según afirmó entonces la Comisión Investigadora de la Ciudad de Pamplona, compuesta por el Ayuntamiento de Iruñea, la totalidad de partidos demócratas, nacionalistas y de izquierda entonces existentes, todos los sindicatos sin excepción y numerosas asociaciones vecinales, sociales y juveniles, aquella agresión tuvo carácter premeditado; es decir, fue pensada, planificada y ejecutada desde distintas instancias del aparato del Estado. O sea que siendo esto así, había que poner nombre y apellidos, cargos y trayectorias a todos los responsables de todo lo anterior.

A la vez, en el libro se relatan también los cambios habidos en estos últimos seis años. Se analiza así la aprobación de distintas normas (Ley de Memoria Democrática, Leyes autonómicas vascongada y navarra de Reconocimiento y Reparación de víctimas..), valorándose tanto los aspectos positivos de éstas, como la continuidad del régimen de impunidad para con los crímenes del franquismo que, tanto el gobierno como la judicatura, siguen blindando y estas leyes perpetúan.

VS. Suponemos que esto de poner nombres, cargos y señalar responsables tiene que ver con el contexto político del momento y del período, pues en en aquellos años Euskal Herria entera, y también el resto del Estado, estaban en batalla permanente ya que se veía cercano el fin, sino de la dictadura, sí del dictador.

Sabino. A finales de la década de los 70 había dos proyectos políticos enfrentados. El primero, defendido por el conjunto de la oposición democrática, de izquierdas y todo tipo de grupos sociales (sindicales, feministas, vecinales, juveniles…), era el de la ruptura democrática con el andamiaje socio-político-económico franquista. El otro, impulsado desde el gobierno, era el de la reforma del propio franquismo. Es decir, mantener los pilares principales de este régimen (monarquía, cuerpos represivos y ejército, judicatura, aparato político-administrativo…) y abrirse a la concesión de unas libertades democráticas que fueran homologables a nivel europeo: reunión, asociación, elecciones…

Este segundo proyecto es el que salió adelante. La zanahoria de la legalización de los partidos de la oposición democrática (las fuerzas expresamente republicanas e independentistas quedaron excluidas de ésta) fue suficiente para que estos aceptaran el marco ofrecido y abandonaran el proyecto de ruptura que habían defendido durante décadas, convirtiéndose finalmente en acompañantes críticos de la iniciativa gubernamental del gobierno de UCD y su presidente Adolfo Suárez.

En cualquier caso, Euskal Herria (Vascongadas y Navarra) tienen algunas especificidades interesante de reseñar. Así, gran parte de las fuerzas rupturistas siguieron sin tragar el anzuelo de aquella reforma. Y pudimos ver que en el referéndum constitucional de diciembre de 1978, el porcentaje de la abstención y voto negativo superó al del voto favorable, algo que no se dio en ninguna otra comunidad del Estado. Euskal Herria seguía siendo en buena medida una plaza no conquistada a la que había que someter.

En este contexto, la utilización de la violencia policial y parapolicial por parte del Estado y su Gobierno fue algo esencial. Hacer tragar la reforma franquista a buena parte de la oposición democrática, y también de la ciudadanía, se logró, en gran medida, gracias a la utilización de una represión que, tanto cualitativa como cuantitativamente, multiplicaba la conocida en los años anteriores de los 70. En definitiva, se trataba de hacer ver a la población y sus fuerzas políticas que, o se aceptaba a de la reforma o, de lo contrario, sucesos como el del 3 de marzo de Gasteiz (7 muertos), Montejurra (2 muertos), II semana pro-amnistia en Euskal Herria (7 muertos), semana negra madrileña (7 muertos), seguirían produciéndose.

Es en ese contexto político-represivo en el que se sitúan los sanfermines de 1978: 2 muertos, 11 heridos de bala, 300 personas atendidas en centros sanitarios…

VS.Ya el anterior libro, en el propio título, se califican a los hechos sucedidos en Sanfermines de 1978, como crimen de Estado, calificación que desde el régimen nunca se ha admitido, y muchos menos el aparato judicial. ¿Qué supone esta calificación de crimen de Estado y cómo asientas esta afirmación y calificación de los hechos?

Sabino. Bueno, no es que lo diga yo. Inmediatamente después de producirse aquellos hechos, se creó la denominada Comisión Investigadora de la Ciudad de Pamplona. Estaba formada por el Ayuntamiento de Iruñea, todos los partidos de la oposición democrática y de izquierdas (PSOE, PNV, PCE, ORTE, EIA, EMK, LKI, OIC, Partido Carlista, ESEI, PTE, ESB, LAIA, UNAI, ANV…), los parlamentarios navarros en el Congreso español del PSOE y PNV, todos los sindicatos sin excepción (CCOO, UGT, ELA-STV, LAB, SU, CSUT, USO), y un buen número de entidades vecinales, juveniles, feministas…

Esta Comisión, tras investigar y analizar lo ocurrido en la carga policial en la plaza de toros y en la calle, con utilización de más de 5.000 pelotas de goma, botes de gas y de humo, así como la utilización de fuego real de pistola, subfusil y Cetme, publicó el día 11 de julio de aquel año un comunicado en el que se afirmaba que:

“Pensamos que la intervención de la policía en la Plaza de Toros de Toros el día 8 no es un hecho casual. Antes al contrario, es premeditado y se encuentra en la línea de las provocaciones fascistas que en repetidas ocasiones vienen sucediéndose en todo el Estado español (Vitoria, Montejurra, Málaga, Tenerife). El Gobierno, lejos de adoptar medidas contra ellos, los tolera y en la práctica los protege….”

Es decir, la presencia desproporcionada de la policía rodeando la plaza de toros desde antes de la corrida, las cargas violentas e indiscriminadas en el ruedo y en el exterior de la plaza, así como las órdenes directas dadas a las fuerzas policiales desde su emisora central sita en el Gobierno Civil (“¡Disparar con todas vuestras energías. No os importe matar!”), ponían de manifiesto que nada hubo de casual en aquella barbarie.

En sus declaraciones a TVE el 13 de julio, Martín Villa afirmó refiriéndose a estos hechos que “lo nuestro son errores, lo de ellos crímenes”. Evidenciaba así, no solo una moral maniquea total, sino también la complicidad del Gobierno y su ministro del Interior con todo lo que había sucedido. Complicidad de un ministro que obstaculizó posteriormente las investigaciones judiciales, ocultando pruebas y zancadilleando durante años las diligencias ordenadas por el Juzgado y que, por último, se pasó por el arco del triunfo incluso una resolución del Congreso que solicitaba la realización de una investigación sobre aquellos hechos, algo que nunca llegó a realizarse.

VS. Es evidente que la referencia fundamental de los victimarios se concreta en la persona de Rodolfo Martín Villa, y así aparece a lo largo de todo el libro y es lo que marca portada. Sería interesante que nos concretaras esa preeminencia de la figura del victimario, en qué te has basado realmente para llegar hasta ese señalamiento.

Sabino. Rodolfo Martín Villa siempre ha reivindicado con orgullo su identidad falangista y franquista. Su currículum no tiene parangón: Jefe nacional del Sindicato Español Universitario, Secretario general del Sindicato Vertical español, Gobernador civil de Barcelona, miembro del Consejo del Reino, procurador en las Cortes franquistas, senador por designación real, ministro de Relaciones Sindicales, ministro del Interior, ministro de Administración Territorial y, finalmente, Vicepresidente del Gobierno. Con mucha diferencia, nadie como él representa mejor, hoy en día, al franquismo y la Transición.

Lo anterior, en cualquier caso, fue solo una de sus dos caras. La segunda la mostró tras abandonar la política activa (fue miembro de la dirección del PP) y dedicarse al mundo de los negocios. Desde 1990 hasta hoy ha pasado por 45 grandes empresas y multinacionales y ostentado un total de 95 altos cargos corporativos. Mencionaré algunas empresas: Endesa, Sogecable, Cepsa, Caja Madrid, Técnicas Reunidas, Ibercobre, El Fénix, Cellophane, Globalvida,… Por si lo anterior fuera poco, el año 2012, fue nombrado por el gobierno de Mariano Rajoy, consejero del SAREB, el banco malo creado entonces para gestionar los residuos tóxicos creados por la Banca en la crisis de 2008.

En su faceta policial, Martín Villa cuenta también con un importante currículum. Tras ser nombrado Jefe Nacional del Sindicato Español Universitario, enviaba a la Policía informes periódicos sobre estudiantes “desafectos al Régimen” y sobre el movimiento estudiantil. Después, tras ser nombrado Gobernador Civil de Barcelona, destacó por la creación de una red de chivatos y matones controlados desde la Jefatura Superior de Policía, cuya finalidad fue atemorizar y reprimir el movimiento obrero barcelonés.

Con esta experiencia a cuestas, Martín Villa fue nombrado en diciembre de 1975 ministro de Relaciones Sindicales por Carlos Arias Salgado. De su actuación en este cargo sirvan como ejemplo sus declaraciones ante la masacre llevada a cabo en Gasteiz, el 3 de marzo de 1978, en el trascurso de una huelga general en la que la policía asesinó a 5 trabajadores y hubo decenas de heridos de bala. Sin mayor reparo, Martín Villa afirmó posteriormente que esta actuación policial “tuvo una parte positiva, pues los organizadores se dieron cuenta de los resultados tan trágicos y luctuosos que podían dar determinadas formas de reivindicación”. Es decir, él estaba dispuesto a atajar de raíz aquel sindicalismo asambleario y de clase mostrado en Gasteiz, sin que importaran los medios a utilizar.

Siendo ministro del Interior, de julio de 1976 a abril de 1979, su ministerio se convirtió en una máquina de guerra. En ese espacio de tiempo, 125 personas, un promedio de 3,8 al mes, es decir, casi una a la semana, caerían víctimas de la violencia policial, benemérita, parapolicial y de grupos de extrema derecha. Todo un macabro Guinness. La represión durante los tres años de su mandato multiplicó las víctimas de años anteriores, si bien, eso sí, él siguió repitiendo aquello de “lo nuestro son errores, lo de ellos crímenes”. Eso no se lo creyó ni siquiera José Antonio Sáenz de Santamaría, director general de la guardia civil durante aquellos años, quien afirmó que fue él, Martín Villa quien “organizó la operación para eliminar al líder del movimiento de autodeterminación canario, Antonio Cubillo”. Nada de errores, pues.

Junto a ello, su ministerio sería también el principal impulsor de la normativa legal que acompañó el proceso de la Transición: Ley de Amnistía (1977), Orden Ministerial de 1977 de destrucción de documentación y archivos franquistas, Ley Antiterrorista (1978), Ley de Policía (1978)... Fueron los soportes legales para que, como en la novela de El Gatopardo, todo cambiara sin que cambiara lo esencial.

VS. Llama de todas formas la atención el hecho de centrar una represión tan fuerte y desmesurada, contra la población en Nafarroa, y concretamente en las grandes fiestas de Sanfermines.

Sabino. En lo referente a Nafarroa, Martín Villa jugó también en aquellos años un papel esencial. Nafarroa ya no era la denominada “provincia leal al Régimen” alabada por Franco, sino que se había convertido en un firme territorio rebelde. Su potente movimiento obrero (huelgas generales de Motor Ibérica y Potasas, duros conflictos sindicales en numerosas empresas y sectores..) y la reivindicación cada vez más firme y extendida de un futuro compartido con el resto de territorios vascos en torno a un estatuto común y en defensa del derecho de autodeterminación, hacían de Nafarroa un objetivo a batir.

En marzo de 1978, durante el Aberri Eguna, 35.000 personas se manifestaron en Iruñea, otras tantas en Donostia, 100.000 lo hicieron en Bilbo y 15.000 desfilaron por las calles de Gasteiz. En todas ellas se reivindicaba un estatuto de autonomía común para los cuatro territorios y el derecho de autodeterminación. Sin embargo, pocos meses después, en diciembre de ese mismo año, la Constitución consagraría todo lo contrario: unidad indisoluble e indivisible de España, soberanía única española y el rechazo a la unidad vasco-navarra. ¿Qué es, entonces, lo que había pasado durante esos  nueve meses para que las cosas cambiaran de forma tan radical?

Los sanfermines de 1978 se situaron en ese intermedio, entre marzo y diciembre. Nada fue gratuito, pues, en la criminal policial de carácter premeditado que se abatió sobre la población de Iruñea y Nafarroa aquel 8 de julio. Al igual que en Gasteiz, se trataba de dar a entender a éstas “los resultados tan trágicos y luctuosos” a los que podían dar lugar determinadas reivindicaciones, si se salían del marco de la reforma franquista ofertada. La Nafarroa rebelde era el objetivo de aquella salvaje agresión criminal. La unidad sagrada de la patria española chocaba frontalmente tambien con aquellas reivindicaciones autodeterminacionistas y unitarias. Y así fue que, principalmente el PSOE, pero también el PCE, aceptaron la zanahoria constitucional y rechazaron lo que habían estado defendiendo durante aquellos años.

Por otro lado, en aquellos años Martín Villa mantuvo frecuentes reuniones con quien entonces era el vicepresidente de la Diputación Foral, Amadeo Marco, capitán de requetés durante la guerra, con el fin de acordar el procedimiento para transitar de la dictadura franquista al nuevo régimen. Entre ellos dos cocinaron así el antidemocrático decreto que regularía las primeras elecciones forales celebradas en Nafarroa en abril de 1979, en las que gracias al sistema electoral acordado (diferente valor de los votos según las distintas zonas electorales), la UCD, que obtuvo el 26,80% de los votos, lograría cuatro de los siete asientos (57,14%) que conformarían la Diputación Foral. De esta manera, la UCD pudo controlar el proceso a través del cual se aprobaría el estatuto de autonomía navarro, denominado Amejoramiento del Fuero, que afirmaría unos marcos autonómicos diferenciados para el conjunto de los cuatro territorios vascos. Y Martín Villa estuvo metido hasta las orejas en aquel proceso, primero como ministro del Interior, y a continuación como Ministro de Administración Territorial. La estrategia política y la represiva caminaron de la mano en Nafarroa durante aquellos años.

VS. Háblanos entonces de los otros victimarios, de aquellos políticos o funcionarios, que fueron, cuando menos, ejecutores de estos planes trazados de represión y de imposiciónlos nuevos marcos políticos

Sabino. Voy a destacar tres nombres, que tienen un recorrido especialmente alarmante.

El primero es Miguel Rubio Rubio, comisario de la Policía de Pamplona, que fue quien ordenó la entrada y carga en la plaza de toros aquel 8 de julio. Llegó a Iruñea en 1975, procedente de Valencia, donde fue miembro de la BPS (Brigada Político-Social franquista) con grave fama de torturador en la represión dirigida contra el movimiento estudiantil y obrero valenciano.

A pesar de tener concedido un traslado a Chrivella, en Valencia, desde el mes de junio de 1978, seguía en Iruñea en el mes de julio. En el mes de septiembre del mismo año aparece en la Diada catalana. Ahí resultó muerto en un operativo policial Gustau Muñoz, asesinado por la espalda por balas policiales. Es una historia bastante intrigante que tiene más casualidades.

Otro personaje de interés fue el comandante de la Policía, Fernando Ávila procedente de la Legión, donde había tenido destino inicial en el Sáhara, donde participó activamente en la represión (detenciones, torturas) y la guerra llevada a cabo contra las fuerzas anticolonialistas e independentisas de aquel territorio y el Frente Polisario. Carecía de experiencia policial alguna, mucho menos aún para actuar en un territorio como el de Nafarroa, abiertamente conflictivo, tanto social como políticamente.

El 8 de julio estuvo presente en la plaza y vehiculizó la orden del comisario Miguel Rubio para entrar en la misma. Posteriormente dirigió desde su despacho del Gobierno Civil la actuación policial y desde la emisora central policial ubicada en ese despacho se difundiría al día siguiente la orden de “Disparar con todas vuestras energías. No os importe matar”.

El tercero a destacar es José Sáinz, en aquellas fechas Jefe Superior de la Comisaría de Bilbo (la de Pamplona dependía jerárquicamente de ésta) y Subdirector general de Seguridad, nombrado por Martín Villa. Se inició en la lucha contra el maquis en Santander y Asturias y allí fue denunciado por torturador y por ser uno de los responsables de la muerte en comisaría de un dirigente comunista asturiano. Posteriormente pasó por las comisarías de Madrid, Bilbo y Donostia, dejando en todas ellas constantes denuncias por torturas.

Durante los sanfermines de 1978 fue el cargo superior policial del Comisario Miguel Rubio, y participó directamente en las operaciones policiales llevadas a cabo. En sus memorias detalló que en la noche del día 8, enviado como delegado especial por Martín Villa, mantuvo una reunión con el gobernador civil, un general de la guardia civil y los jefes de los cuerpos policiales locales para estudiar la situación creada y tomar las medidas adecuadas, de todo lo cual se informó al ministro Martín Villa.

Tras estos, la lista sigue: el gobernador civil Ignacio Llano, los capitanes de policía Vicente Lafuente y César Jiménez, que dirigieron a pie de calle aquella agresión criminal… Cada cual en su nivel, todos ellos fueron responsables de aquel crimen de Estado llevado a cabo en Iruñea durante los sanfermines de 1978.

 

 

 

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sábado, 14 de junio de 2025

Egaña | Cambio Ciclo 6.0

Les traemos el más reciente texto de la pluma de nuestro amigo Iñaki Egaña, quien lo ha compartido en su perfil de Facebook y con el que nos invita a una profunda reflexión:


Cambio Ciclo 6.0

Iñaki Egaña

Hace unos días Bake Bidea y Artesanos por la Paz anunciaron el fin de su trayectoria, la conclusión de un ciclo, aunque reconocieron que aún queda un largo camino para lograr una paz “duradera y justa”. En el lenguaje político, estamos habituados a utilizar el recurso del cambio de ciclo, para confrontar sucesos inesperados, cisnes negros que rompen el hilo de los eventos habituales. La política se ha convertido en algo previsible y cuando llega un accidente, parece que todo salta por los aires. Con la burbuja inmobiliaria de las subprime de 2007-2008, por ejemplo, supusimos que el mercado hipotecario se corregiría, pero hoy, los indicadores nos señalan que estamos en otra que algún día estallará. Con la pandemia de la Covid, conjeturamos que la sanidad pública saldría reforzada y sin embargo, Osakidetza sigue dando muestras de todo lo contrario. Resultó también curioso que mientras sus defensores señalaban que la Transición fue el periodo que iba “de la dictadura a la democracia”, algunos dirigentes del PSOE alargaron su recorrido hasta el fin de ETA, en 2011. Es decir, nada menos que 35 años, un periodo demasiado largo para calificar una mutación. En todos estos ejemplos expuestos, unos y otros conformaron la expresión “cambio de ciclo”.

Quizás hubiera sido más adecuada la idea que lanzó hace ya más de una década el filósofo esloveno Slavoj Zizek, señalando que estos saltos son acontecimientos: “algo traumático, perturbador, que parece suceder de repente y que interrumpe el curso normal de las cosas”. La afirmación tendría también sus matices, porque en los tres ejemplos que he citado (Burbuja, Covid y fin de ETA”), los acontecimientos no surgieron de la nada, como sería el descubrimiento de una civilización alienígena milenaria y desarrollada bajo el subsuelo del bosque de Irati o las pampas argentinas. En todos ellos, y en otros tantos, las señales nos indicaban que el acontecimiento estaba por arribar.

Por eso, en muchas ocasiones me he preguntado si estos ciclos no eran muchísimo más largos de lo que siempre dictamos en nuestros trabajos. Quizás la longitud temporal sea una visión más oriental -me refiero a la descripción geográfica del planeta- pero con la supremacía racial, la soberbia Occidental y el apagón informativo a lo que nos llega del Este en lo relativo a cuestiones políticas y económicas, la información es más bien escasa. A pesar de que cerca del 60% de la humanidad habita en Asia. Gracias a la tecnología, sin embargo, cualquier curioso puede saltar el obstáculo. Y he de añadir que esa intromisión me ha permitido acceder al análisis de Wang Wen, profesor y decano del Instituto de estudios financieros de la Universidad Renmin de China, con el que me he sentido sorprendido y, quizás, es pronto para asimilarlo, dispuesto a apuntalar su reflexión. Llegué a Wang con una lectura previa que me dejó perplejo. El informe de 2024 sobre los aspectos más críticos (importantes) de la investigación científica mundial que realiza anualmente el Instituto de Política Estratégica de Australia. De 64 tecnologías identificadas como estratégicas, China lidera 57, EEUU 5 y Corea del Sur 2. Hace dos décadas, EEUU lideraba 60 de las 64 tecnologías, muchas de ellas también militares.

La tesis de Wang apunta a que esos cambios de ciclo son, según sus palabras, de siglos. Y que un cambio sin precedentes se está abriendo paso en el planeta, un vuelco total de relaciones, de escenarios y de liderazgos. Para justificarlo atrasa su análisis nada menos que 500 años. Me dirán que me guía cierta deformación profesional y los jóvenes aducirán que nos estamos adentrando en la época de los dinosaurios. Pero continúen con la propuesta y entenderán la lógica.

En el siglo XVI se produjo lo que llamamos la época de los descubrimientos, de las conquistas, lo que encumbró a Europa a convertirse en la civilización por antonomasia. El resto eran salvajes. Hoy, el declive de Europa y de todos sus valores saltan a la vista. El siglo XVII fue el del inicio de la tecnología que se iría inflando con la mecánica e industrialización, más tarde la electrificación, la informática y las redes, para alcanzar nuestros días con la Inteligencia Artificial, que barrerá todo lo anterior. El siglo XVIII fue el del inicio de los sistemas democráticos. Gran vocablo. Todos hablamos de democracia. Sin embargo, esos sistemas han entrado en una gran deflación, prostituidos de su significado original. El XIX fue el de las Academias y Universidades. En la actualidad, por el contrario, las universidades occidentales que enseñan economía no tienen ni repajolera idea de qué se cuece en el mercado, las de sociología ídem, las de ciencias políticas únicamente miran al pasado, etc. Y el siglo XX fue el del Sistema Internacional que se asentó en el llamado Atlántico Norte, hoy desplazado por el Pacifico Occidental (China, Vietnam, Indonesia, Corea, Japón y el despliegue de Siberia). Este deslizamiento se ha querido vender en nuestros medios como una guerra comercial, cuando en realidad se trata de un declive, el de nuestro escenario. Todos estos ciclos o siglos fueron liberando al ser humano de actividades físicas, en especial tras la mecanización. Y ahora, con la supremacía en progresión aritmética de la Inteligencia Artificial, lo que alcanzará será la liberación del cerebro.

En la transformación sin precedentes surgirán monstruos, -ya lo han hecho- se agravarán conflictos, y surgirán nuevos haciendo bueno el dicho de “morir matando”. ¿Qué papel nos tocará a la comunidad de Euskal Herria en este cambio civilizatorio sin precedentes? No soy vidente y desconfiaría de cualquiera que se proclamara como tal. Pero, sin duda, este declive de Occidente, a pesar de nuestra mochila, nos va a arrastrar incluso en nuestro acervo histórico, pegado al territorio global al que pertenecemos. Cambios tácticos, como hasta ahora, pero llega la hora de una nueva reformulación estratégica que tampoco me atrevo siquiera a atisbar.

 

 

 

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miércoles, 11 de junio de 2025

La Sonrisa de una Niña

Antes de leer la terrible experiencia vivida por Olatza Iglesias durante su infancia y adolescencia, es nuestro deber recordar a nuestros amables lectores que muchos presos políticos vascos terminaron tras las rejas derivado de autoinculpaciones obtenidas por medio de la tortura.

También recordar a todos ustedes que hubo visitas carcelarias que se cancelaron porque un niño o una niña dijeron dos o tres palabras en euskera a su padre a su madre, visitas canceladas tras un largo viaje desde Euskal Herria hasta los rincones más lejanos distribuidos por la geografía del estado español.

Así castigo el estado español a las hijas y a los hijos de los presos políticos vascos durante décadas con un solo objetivo, hacer todavía más duras las condenas tanto para quienes estaban tras las rejas como para sus familiares y amistades.

Por fin Europa escucha las voces de las niñas y niños de la mochila.

Así lo reporta Naiz:


Olatz Iglesias relata en Bruselas su infancia marcada por la política carcelaria de excepción

En el marco de la sesión ‘Luchas personales y políticas de los presos políticos: de la represión a la resistencia y la reintegración’, organizada en el Parlamento Europeo, Olatz Iglesias ha compartido su testimonio como hija de presos vascos. Ha descrito su infancia marcada por el alejamiento.

«Forzar a una niña a intentar negociar con su sonrisa la dignidad de su padre», eso es para Olatz Iglesias la política de excepción que sufren las presas y presos políticos vascos. La conoce bien, ya que su madre estuvo presa desde que ella tenía 9 meses hasta que cumplió los 13 años, y su padre, que fue detenido cuando Iglesias tenía 5 años, sigue cumpliendo condena.

Iglesias participó el martes en la sesión ‘Luchas personales y políticas de los presos políticos: de la represión a la resistencia y la reintegración’ del Parlamento Europeo, organizada por el grupo parlamentario The Left, del que forma parte EH Bildu. En la sesión compartió vivencias que, si bien deberían de pertenecer a la intimidad de cada cual, han sido intervenidas por parte del Estado durante toda su vida.

Ser hija de dos presos políticos ha marcado su infancia. Creció con la «ausencia impuesta por la cárcel». Subrayó que la prisión encierra cuerpos, pero también impacta directamente en las familias, «convirtiéndose en una herramienta de castigo y venganza colectivas». Eso hizo que durante los años en los que tuvo que hacer incontables kilómetros para visitar a sus padres, le pesara más la carga emocional que la distancia.

El amor y el contacto con su madre estuvo sometidos a control hasta que fue adolescente, y aún lo están en el caso de su padre: «No puedes abrazarlos cuando los necesitas, sino cuando el sistema te lo permite». La de Iglesias, como la de otros tantos niños y niñas de Euskal Herria, ha sido una infancia atravesada y acotada por la política penitenciaria de excepción.

Los largos viajes les han impedido acudir a la escuela con normalidad y participar en deportes y demás actividades de ocio como el resto de niños y niñas. Además, han sido «una lección precoz sobre el poder, la injusticia y la capacidad del estado para intervenir en algo tan íntimo como la infancia, el afecto y la familia». Junto a ello, recordó que la dispersión no solo ha impactado en la vida de los descendientes de presas y presos, también ha impedido que las personas mayores y las enfermas visitaran a sus allegados.

«Es una política de castigo muy bien diseñada»

Para Iglesias, la excepcionalidad es «una política de castigo muy bien diseñada» que supone un obstáculo: «Euskal Herria merece un futuro sin injusticias, no se pueden seguir poniendo condiciones a la paz, ni excusas para impedir una convivencia real».

Por ello, instó a «actuar con responsabilidad» y aplicar a las presas y presos políticos vascos la legislación ordinaria.

 

 

 

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Hablando de Pelota Vasca

Habrá que revisar la hemeroteca de Marca para ver si en su momento el siempre atingente Tomás Campos denuncio las peligrosas puertas que se abrían en el baloncesto 3x3 o en el softbol.

¿A qué nos referimos?

Lean esto que se ha suscitado a partir de la insistencia por parte de los de UPN por mostrarse más papistas que el papa, no solo en el lacerante tema de la tortura, sino también en el de la oficialidad del equipo de pelota vasca de la CAV.

Aquí lo que nos comunica Naiz:


UPN insiste contra la vasca y la ministra le recuerda un España-Madrid y un Ucrania-Nafarroa

UPN ha vuelto a tomar el liderazgo político contra la oficialidad de la selección vasca de pelota llevando el tema al Senado, donde la ministra Pilar Alegría le ha dado réplica citando algunos antecedentes que no levantaron tanto escándalo mediático en Madrid.

La ministra español de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, ha dicho este martes sobre el primer partido internacional de cesta punta que disputaron hace una semana las selecciones española y vasca que fue «una decisión exclusivamente federativa».

Alegría ha respondido así en el pleno del Senado a una pregunta de la senadora de UPN, María Caballero, sobre cómo valora el Gobierno que en la Liga de Naciones de cesta punta de Gernika ambas selecciones compitieran «de igual a igual».

La pregunta se refería al primer duelo oficial entre ambas selecciones desde la admisión de la Federación Vasca como miembro de la Internacional, celebrado el pasado 4 de junio en el Jai Alai de Gernika en categoría femenina y al que siguió otro en masculina al día siguiente.

UPN ha aludido a que esta decisión fue recurrida por la Federación Española (FEPelota) ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) y se encuentra aún pendiente de resolver por parte del organismo con sede en Lausana. La formación derechista navarra ha tomado gran protagonismo en el litigio desde la asamblea del 28 de diciembre en Iruñea que aprobó la oficialidad. Ha llegado incluso a marcar el paso a la posición de la Federación Española.

Caballero ha señalado en el Senado que este enfrentamiento entre ambas selecciones se ha producido gracias a que el PSOE, «necesitado de votos», introdujo esa posibilidad en la Ley del Deporte.

La senadora navarra ha considerado «un desatino y una cesión sin precedentes al independentismo» esa modificación legal, que a su juicio ha causado una «herida profunda en el deporte español» que espera que se pueda solucionar cuando cambie el Gobierno español.

Alegría: «Hablamos de pelota vasca»

En su respuesta, Alegría ha recordado que la Liga de Naciones fue un acto que organizó la Federación Internacional de Pelota Vasca en colaboración con la Federación de Euskadi y en la que también participó la Federación Española.

«Pongamos las cosas en su sitio, estamos hablando de pelota vasca, de pelota vasca», ha repetido Alegría, que ha puesto ejemplos de otros torneos en los que se dieron circunstancias similares y «no pasó absolutamente nada».

En concreto ha citado que hace unas semanas en Marsella se disputó un torneo internacional de baloncesto 3x3 en los que jugaron España y Madrid y hace unos meses, en Viladecans, otro internacional de sóftbol, con Ucrania y equipos de ámbito autonómico, entre ellos precisamente el de Nafarroa.

«Nosotros vamos a seguir con el diálogo y con el respeto a la ley, la confrontación y el lío se lo dejamos a ustedes», ha afirmado la ministra.




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lunes, 9 de junio de 2025

Esparza Zabalegi | Cancionero y Conflicto Vasco

Hacia mucho que no compartíamos un texto de nuestro amigo Jose Mari Esparza Zabalegi, así que con mucho gusto les compartimos este texto centrado en la producción musical vasca que proveyó con una cinta sonora a las décadas detrás de la pesada cortina de mentiras y tergiversaciones que Madrid tendió - con ayuda externa, claro está - alrededor de Euskal Herria.

Disfruten la lectura:


Cancionero y conflicto vasco

Jose Mari Esparza Zabalegi

En la última publicación de Euskal Memoria, Euskal Kantu Errebeldea, se pueden leer y escuchar las melodías de casi 700 canciones reivindicativas vascas. Sin embargo, el libro solo es una seleccionada punta de iceberg, que oculta un corpus de miles de canciones que alguna vez estudiarán los historiadores, sociólogos y politólogos para intentar explicar el conflicto vasco de estos últimos 70 años. En el prólogo escribí que el cancionero de un pueblo es algo así como una cartilla sanitaria, que indica su salud física y espiritual, y refleja sus altibajos históricos. En pueblos insumisos y cantarines como el nuestro, la política y la denuncia social aparecen en su lírica y esta se convierte en compañera inseparable de sus luchas. Que pregunten a Iparragirre la que se armó, durante más de un siglo, con el Gernikako Arbola.

Quede claro que el libro es un brevísimo resumen. Hay una enciclopedia digital esperando recoger algún día todo lo producido en esta etapa de nuestra historia que tiene en 1959, año de fundación de ETA, el principal referente. Aquella explosión musical ha tenido continuación hasta la actualidad y ha contribuido como pocas cosas a la politización, conciencia y radicalización de amplios sectores de nuestra juventud. 

Este fenómeno no ha pasado desapercibido para los analistas españoles que comprueban con estupor cómo los rebeldes vascos han hegemonizado prácticamente todo ese mundo, llevando dos generaciones a una visión del conflicto vasco radicalmente opuesto al discurso oficial. En general, para nuestro cancionero, el vasco es un pueblo oprimido y dividido por España y Francia; que repudia la policía represora y torturadora; con una lengua que ama; hermanado con el resto de pueblos oprimidos del mundo; profundamente ecologista, feminista, anticapitalista y antimilitarista, lo que no impide apoyar, en muchos casos abiertamente, incluso a quienes tomaron las armas por la liberación nacional y social. Para el cancionero, terrorista es el Estado y sus secuaces. En este lado, con los matices que se quiera, son gudaris, paisanos armados. Y como tal se les glosa en cientos de canciones.

En sentido contrario, entre miles de canciones creadas o cantadas durante estos años, no hay una, una sola que sepamos, que alabe la Transición; que aplauda a las fuerzas de ocupación; que vea respetable la Monarquía o el orden constitucional… ¿Cómo puede haber tanta disociación entre el relato político oficial y la realidad popular que llena nuestra discografía, nuestras plazas, frontones y gaztetxes? ¿Qué tiene que ver lo que dice la clase política y la mayoría de los medios de comunicación, con lo que escucha y canta la juventud vasca?

No es de extrañar que ciertos analistas se tiren de los pelos al ver el nulo interés de nuestros cantantes (¡qué decir de nuestros bertsolaris!) por sus dogmas sagrados. Uno de los más viscerales, David Mota, doctor en Historia Contemporánea por la UPV, sostiene que bajo la etiqueta de rock radical vasco “hubo grupos de diferentes inclinaciones políticas (nacionalistas radicales, ácratas, nihilistas, anarquistas) que fueron fagocitados bajo el paraguas de las actividades de Herri Batasuna y sus campañas alegres y combativas como el Martxa eta Borroka (…). Las diferencias ideológicas entre los grupos no diluye el hecho de que todas sus canciones tuvieran un alto contenido violento, provocativo e hiriente, contrarias al Estado de Derecho y sus instituciones”.

La culpa de esta tendencia, a decir de estos analistas, la tuvo Ez dok hamairu y sus émulos. Cantautores como Imanol, Urko o Pantxoa eta Peio dedicaron algunas de sus canciones a narrar el conflicto y ensalzar las figuras de determinados miembros de ETA. “No cabe duda –insiste David Mota– de que el rock radikal vasco ha jugado un papel clave en la ecuación que explica la cultura de violencia en la que vivió la sociedad vasca, especialmente la juventud, entre las décadas de 1970 y la del 2000”. Estas sesudas tesis de nuestros analistas acaban lamentando que no haya una sola canción de un grupo vasco en la que se haga referencia explícita a las víctimas de ETA. “En este tipo de música las víctimas del terrorismo de ETA han sido y son invisibles”. Lo cual es absolutamente cierto. 

Entonces cabe preguntarse: ¿cómo es posible que, en Euskal Herria, la marca España, con todo su ideario, poderío mediático y montaje institucional, no tenga a nadie, lo que se dice nadie, que le cante? Nada, ni un zortziko, un blues, un rock, un pasodoble al menos… ¿Y qué sería este país si todos sus creadores, hoy armados solo de voz y guitarras, tuvieran permiso y medios para hacer gran cine, series, programas de televisión o Melitoniuns, como lo tienen, a espuertas, los de la parte oficial del relato?

“Pueblo que canta no muere”, decían las joteras de Larraga. Al analizar estos últimos 70 años del conflicto vasco, los historiadores sinceros no podrán soslayar el testimonio rotundo de nuestro cancionero popular. Con él se entiende cómo pudo un pueblo pequeño resistir heroicamente a la continuidad del franquismo, a la ocupación militar y mediática, al discurso unidireccional.

Cuentan los cronistas de la esclavitud que los negreros temían las noches de palenque, de tambores y cantos en su lengua de los esclavos cimarrones. Era su espacio de libertad, sus raíces en el pasado, su esperanza en el futuro. Mientras la Euskal Herria cimarrona siga cultivando su cancionero, sus dominadores tampoco podrán dormir tranquilos. 




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Greta Internacionalista

Hoy Greta Thumberg nos recuerda a Ahed Tamimi, dos jovencitas dispuestas a plantarse con toda la dignidad frente al brutal régimen sionista.

En el momento que escribimos esto, Greta, como en su momento Ahed, se encuentra detenida en suelo palestino ocupado por Israel. 

Su opciones son la prisión o el ser deportada "en caliente". 

Mientras la saga de los tripulantes del velero Madleen continúa, desde la página de Facebook de Spanish Revolution traemos a ustedes este texto que le hace ver a los críticos de Greta cuan equivocados estaban.

Lean ustedes:


¿Y ahora, qué tenéis que decir?

Hay relatos que envejecen mal. El que construyeron contra Greta Thunberg se ha resquebrajado en mil pedazos. Durante años, su figura fue tratada como un producto mediático, un juguete del ecologismo buenista, una adolescente manipulada por adultos que —se decía— la empujaban a hablar de cosas que no entendía. Era más cómodo así. No escuchar el mensaje, sino desactivar a la mensajera.

Cuando Fridays For Future llenaba las plazas, los mismos que hoy predican la “libertad” la llamaban marioneta. Cuando interpelaba a los líderes de Davos por su hipocresía, le explicaban condescendientemente cómo funciona el mundo real. Cuando ponía en el centro la justicia climática, los mercaderes del capitalismo verde la reducían a una niña asustada que hablaba de osos polares.

Pero mira por dónde. Esa niña hoy ha dado un paso que millones de adultos jamás se atreven a dar. Se ha subido a un barco para romper un bloqueo criminal. Ha mirado de frente a un Estado que utiliza el hambre como arma de guerra. Ha denunciado, sin temblar, que no hay transición ecológica posible en un planeta donde se tolera el genocidio.

No se trata de un gesto simbólico. Es un acto de valentía política. Frente a un aparato de propaganda que criminaliza incluso a quienes llevan arroz y medicinas, Greta ha encarnado una lección ética que trasciende su causa inicial. Ha recordado al mundo que defender el planeta no es separar lo social de lo ecológico, sino combatir el colonialismo, la necropolítica y el expolio allí donde se produzcan.

Hoy los mismos que la despreciaban como niña se ven forzados a contemplar una escena que les desarma: Greta frente al ejército israelí, defendiendo vidas humanas, negándose a callar. ¿Qué relato les queda? ¿Decir que ha sido manipulada? ¿Que no entiende el conflicto? Es patético.

El poder no soporta los cuerpos coherentes. Por eso intentaron moldearla. Por eso ahora la temen. Porque Greta ha mostrado que su compromiso no era pose ni marketing, sino convicción profunda. Y que esa convicción hoy la lleva allí donde la mayoría de los "expertos" callan.

No era un producto. No era una niña. Era —y es— una conciencia. Y ahora, con su gesto, ha humillado a todos los que construyen su prosperidad sobre la complicidad.

¿Y ahora qué tenéis que decir?

 

 

 

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UPN y la Apología de la Tortura

Los navarros españolistas de UPN están incómodos con la admisión por parte del gobierno de Nafarroa de que veintiuno de sus ciudadanos fueron torturados por diferentes instancias policíacas a lo largo de varias décadas. Baste ver el lenguaje orwelliano al que han recurrido en sus declaraciones al respecto, sabedores de que muchos de esos casos de tortura ocurrieron mientras ellos mal gobernaban la herrialde para beneficio de Madrid.

Que estén incómodos es sencillo de entender, dicha admisión es un torpedo debajo de la línea de flotación del barquito de papel sobre el que basan su visión carpetovetónica del encaje de Nafarroa en Euskal Herria y en el derecho a la autodeterminación del pueblo vasco.

Aquí lo que al respecto ha publicado Naiz:


UPN critica la admisión oficial de torturados; la mitad de los casos fueron con sus gobiernos

Cuando ya son 76 los torturados admitidos oficialmente como víctimas en Nafarroa, UPN no solo elude hacer autocrítica por lo ocurrido durante sus gobiernos, sino que carga además contra EH Bildu por hacer «utilización mezquina».

Ramon Sola

El proceso de reconocimiento oficial de víctimas de violencia estatal en Nafarroa dio otro paso importante el pasado viernes con la admisión de 21 personas más que sufrieron tortura. De ellas 10 padecieron esta lacra durante los gobiernos liderados por UPN en Nafarroa desde 1991 (casi sin interrupción hasta 2015). Lejos de hacer autocrítica por lo ocurrido, el portavoz del partido en el Parlamento navarro, Javier Esparza, ha cargado este lunes contra la Comisión de Valoración de estos casos. Y también contra EH Bildu.

En la ronda de declaraciones habitual tras la Mesa y Junta del Parlamento los lunes, Esparza ha afirmado que «EH Bildu está haciendo una utilización mezquina» por reclamar la revisión de las condenas de las personas encarceladas a partir de autoinculpaciones o inculpaciones conseguidas bajo tortura. Se ha referido así a las entrevistas concedidas estos días por Pernando Barrena, hoy eurodiputado de EH Bildu y admitido ahora como torturado por la Policía española en 1985.

Pese a que la certificación de esta realidad es oficial por parte del Gobierno Chivite, Esparza ha concluido de este proceso que el independentismo de izquierdas «quiere construir un relato falso de ir de víctima. No puede ser que quien participó en ETA se convierta en víctima. El Gobierno debería revisar la ley para que la izquierda abertzale no pueda apropiarse de ella, que no se pueda reescribir la historia».

«Aquí hubo una banda terrorista, apoyada por quien hoy forma parte de EH Bildu, que se dedicó a recortar las libertades. Mientras eso ocurría, otros defendíamos las libertades», ha dicho Esparza, que ha obviado cualquier muestra de empatía hacia las víctimas de esta violencia estatal. Los casos certificados oficialmente hasta ahora incluyen seis personas muertas (una de ellas por tortura), 48 torturadas y 18 más que padecieron lesiones de diferente tipo (por cargas policiales en su mayoría).

«Comisión ideologizada»

Esparza ha recurrido además al manido argumento de que «si alguien tiene que determinar si alguien fue o no torturado es un juez, no una comisión. Esa comisión está ideologizada», ha acusado.

La comisión fue creada en 2022 y tiene como máximo responsable al director de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Martín Zabalza. En su composición original figuraban el director del Instituto Navarro de la Memoria, Jose Miguel Gastón; los peritos forenses Iñaki Pradini y Mikel Urtiaga; la psicóloga Silvia Galarreta, designados por el Instituto Navarro de Medicina Legal y Ciencias Forenses; la profesora de Sociología de la UPNA Marta Rodríguez; el asesor de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Mikel Berraondo; y los profesores de Derecho de la UPNA Roldán Jimeno y Soledad Barber.




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Entrevista a Olivier Peter

Mientras a Mikel Erentxun le preocupa que la gente tenga que usar pinganillos cuando algún vasco habla en euskera, al suizo Olivier Peter le ocupa el tema del terrorismo de estado español en contra del pueblo vasco, en específico, el que se refiere a la tortura.

Los visitantes a este blog están al tanto del reconocimiento más reciente de víctimas de tortura en Nafarroa, veintiuno en total, ente quienes se encuentra el referente de la izquierda abertzale Pernando Barrena.

Pues bien, para dar seguimiento al tema, les dejamos con esta entrevista publicada por Naiz:


«Cada decisión sobre la tortura abre una grieta y ese muro acabará cayendo»

Olivier Peter | Abogado suizo especializado en represión en Euskal Herria | La decisión del Comité contra la Tortura sobre Raúl Fuentes abre nuevos caminos y es además otro golpe al negacionismo español. Desde la perspectiva que dan Suiza y el trabajo en esas entidades, su abogado deja una cosa clara: «En Europa y la ONU se sabe que España torturó a miles de vascos».

Ramon Sola

Vive en Ginebra pero con un ojo sobre Euskal Herria, a diario. Olivier Peter resultó clave en la anulación de la «doctrina Parot» cuando apenas tenía 25 años; ha sido el abogado de torturados como Igor Portu, Nekane Txapartegi o ahora Raúl Fuentes; y además ha defendido a independentistas catalanes como Anna Gabriel y Jordi Cuixart, lo que le da una perspectiva completa de cómo se maneja el Estado español ante las disidencias.

Hace dos años y medio avanzaba en una entrevista a NAIZ, realizada por Aritz Intxusta, que tenía entre manos un caso que no quería concretar pero que podía adquirir mucha relevancia a futuro si lograba establecerse que la tortura es un delito que no prescribe. Así ha sido; el dictamen del Comité contra la Tortura de la ONU resulta claro al respecto. Peter ha pasado por Bilbo para detallarlo y ahí ha atendido a NAIZ.

El nombre que no quería decir era el de Raúl Fuentes, ahora lo hemos sabido. ¿Por qué es tan importante este tema?

Es un caso que identificamos como estratégico, desde el principio, en 2018. Quiero destacar el papel de la familia y amigos, no solo en apoyarle a él sino en mover este tema. Junto a Iñigo Iruin vimos que había algo que hacer con ello por la cuestión de la prescripción, y que eso afectaría a más casos. Es algo que remarca siempre Raúl; que no lo hace solo por él, sino sobre todo por sus compañeros. Tiramos para adelante sabiendo que sería un proceso largo y difícil. Nunca conviene generar expectativas excesivas, pero lo afrontamos con cierto optimismo. Siete años después vemos que teníamos razón en intentarlo. Y hay otras dos cosas importantes más en la decisión del CAT...

¿Cuáles?

Primero, le dicen a España que tiene que investigar los hechos y determinar responsabilidades, incluidas las de los mandos superiores: quién ordenó y encubrió las torturas. Y es que ya sabemos que no hay excesiva tradición de perseguir a superiores... Esto debería suponer una apertura del caso a nivel judicial. De momento el Estado español tiene 90 días para explicar qué está haciendo. Habrá un seguimiento.

Segundo, España intentó explicar en el procedimiento que en 1991 Raúl no presentó una denuncia formal, aunque sí le explicó al juez instructor que le habían torturado y hubo una carta de su abogado. Y sobre esto, el CAT dice que si el Estado tiene conocimiento de algo de torturas, debe investigarlo, haya denuncia formal o no. Esto es importante para las víctimas que no denunciaron en su momento.

Fuentes había llevado su caso hasta el Constitucional español, donde ni siquiera fue admitido a trámite...

Cuando empezamos, no había nada, ni siquiera un procedimiento judicial. Su caso sí había sido incluido en el estudio del Instituto Vasco de Criminología [de 2017], eso existía. Entonces, cuando se presentó la denuncia ya preveíamos que la iban a archivar inmediatamente: si no investigan los casos que no están prescritos, imagínese aquellos que ellos argumentan que sí han prescrito. La idea era pasar las vías judiciales internas lo más rápido posible para llegar a una instancia internacional, y que ahí se reconociera, por primera vez en un caso individual, que la prescripción no puede ser un argumento para negarse a investigar torturas. Esto se había dicho en varios informes como principio general y abstracto, pero nunca en un caso concreto.

Esa decisión española de no investigar el caso es realmente reciente (2018). ¿Acaso España no sabe que ha firmado convenios que establecen que la tortura no prescribe?

El Estado español es consciente de que vulnera derechos fundamentales y vulnera sus obligaciones internacionales. Es consciente cuando mata migrantes que pasan sus fronteras, o cuando hiere a mil personas que se manifiestan pacíficamente el 1 de octubre de 2017, y también lo es cuando no investiga torturas en Euskal Herria. Pero cree que políticamente lo puede asumir, porque no hay una presión social suficiente para que esto cambie. Lo hemos visto con los presos políticos catalanes; han estado en la cárcel hasta que la presión internacional ha sido suficiente como para liberarlos. Creo que aquí es lo mismo: habrá impunidad hasta que exista una presión social e internacional suficiente. Hasta entonces seguirá con las vulneraciones de derechos humanos.

Hay una especificidad en este caso, como en el reciente de Iratxe Sorzabal aceptado por la Audiencia Nacional: existen informes forenses que señalaban la tortura. En otros muchos casos los tribunales españoles lo tienen fácil para negarla...

Diría dos cosas al respecto. En el caso de Raúl fue importante buscar a las personas detenidas junto a él y ver si había existido también la ‘tortura de los lápices’. Y fue muy impactante ver que las torturas son las mismas, porque lógicamente los torturadores son los mismos. Cruzar la información aporta muchos más indicios. Por otro lado, no debemos focalizarnos en las marcas físicas. La tortura deja huellas muy profundas a nivel psicológico y esas son heridas mucho más importantes que un moratón. Hay huellas psíquicas 30 años después que hoy se pueden documentar con el Protocolo de Estambul.

En el caso de Raúl había unos datos forenses importantes y un testimonio muy claro, detallado y coherente. Pero esto lo encontramos en muchos casos. Son muchos los que se pueden llevar a instancias internacionales gracias a lo que ha dicho el CAT.

Cuantos más casos se aceptan internacionalmente, ¿más fácil es que se avalen otros nuevos? Quiero decir, ¿esto crea una especie de jurisprudencia o siempre se empieza de cero?

Quiero recordar que Encarnación Blanco ganó el primer caso en 1998 [en la ONU]. Sin aquello, quizás no estuviéramos aquí. Luego han venido Beatriz Etxebarria, Oihan Ataun, Orkatz Gallastegi, Martxelo Otamendi... no puedo citar todos. Está claro que hay una tendencia.

En estos 27 años desde Blanco hay trece decisiones internacionales... y no ha habido trece condenas por torturas en el Estado español. Es decir, ¡hay más condenas a España por torturar o no investigar torturas que en España a torturadores por torturar! Esta es la foto. Y demuestra que no es un problema de 2025, sino que la impunidad es un muro muy sólido construido durante décadas. Cada decisión abre una grieta y ese muro acabará cayendo, aunque no sepamos cuándo.

No obstante, la tortura en Euskal Herria nunca ha sido un escándalo a nivel internacional, como Guantánamo o Abu Ghraib en su momento, y ello pese a que existan informes oficiales con más de 5.000 casos certificados. ¿A qué lo atribuye?

Por un lado, en Europa hay una tendencia a ver las vulneraciones de derechos humanos que pasan lejos, pero no a lo que pasa en sus calles o en sus comisarías. Creo que es un enfoque colonial que tenemos que deconstruir; Europa también vulnera los derechos humanos de las personas vulnerables y de los opositores políticos.

Por otro lado, esto se sabe en Europa, se sabe en la ONU, se sabe que España tortura y que no quiere investigar. A partir de ahí, que no sea un escándalo en Francia o Inglaterra, que no lo tengan como prioridad política, quizás se pueda entender. Pero la realidad de la tortura es conocida, esto es claro. Pelear estos casos concretos no es para que se sepa, sino más bien para que no se olvide. No hay ningún relator de la ONU ni miembro de un comité que no sepan que España ha torturado a miles de vascos.

Ha defendido también al independentismo catalán. ¿Hay un patrón similar de represión por parte del Estado español, más allá de la diferencia que marca la tortura?

Sí lo hay. Es la facilidad para vulnerar derechos humanos de la oposición política cuando puede constituir una amenaza para su «orden». Pasa también con otros movimientos sociales; cuando tocas el corazón del Estado (la monarquía, ciertos intereses, la unidad de España...), reacciona con brutalidad.

Yo considero que hay una amnistía de facto para la tortura en el País Vasco. Es curioso porque cuando el movimiento social reivindica la amnistía les dicen que es imposible, pero ya existe para estos policías que torturaron.

Le pregunto por los presos. Usted participó en la derogación de la «doctrina Parot», ¿qué conclusión sacó de aquello?

Vuelvo a unirlo con la tortura. Resulta que a Raúl Fuentes se le dice que no se pueden investigar sus torturas porque son de 1991, y mientras tanto a Jaione Jauregi la extraditan por hechos de 1982, casi diez años antes. Estoy viendo también que se construyen teorías muy «creativas», por ejemplo para intentar condenar a Josu Urrutikoetxea. Esto tiene un nombre claro: es el Derecho Penal del Enemigo, la manera diferente de tratar a personas del movimiento independentista y a funcionarios policiales, para unos muy severa y para otros casi inexistente. Si es verdad que el conflicto ha terminado, quizás habría que aplicar un estándar similar a los dos, y si unos se benefician de la impunidad...




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domingo, 8 de junio de 2025

La «Batalla del Relato»

Los españoles comparten con los israelíes una característica, son los ofensores - lo deja claro el abultado listado de víctimas de tortura en tiempos de "la democracia" -, pero les gusta hacerse pasar por las víctimas.

Hoy, están preocupados por ganar la batalla del relato y no escatiman esfuerzos en ese sentido.

Aquí lo que se nos informa desde Naiz:


La Seguridad Nacional impulsa la «batalla del relato» en Euskal Herria

En su informe de 2024, el Consejo de Seguridad Nacional español recoge como misión dar la «batalla del relato» con «el entorno de ETA». Pone el «respeto» a la «dignidad» y la «memoria» de las víctimas, y su presencia en la educación, como eje para articular «la lucha contra el terrorismo».

Iñaki Iriondo

Presidencia del Gobierno español, un amplio número de ministerios y el Centro Nacional de Inteligencia han elaborado el Informe Anual de 2024, que el Consejo de Seguridad Nacional aprobó el 24 de abril, en el que se confecciona «un mapa de situación de los riesgos y de las amenazas, consensuado y participado por los actores responsables del Estado, que presentara un cuadro de las tendencias en el periodo de referencia junto con las actuaciones llevadas a cabo más destacadas para incrementar la seguridad en España».

Entre sus 306 páginas se pueden encontrar referencias a Euskal Herria y llama la atención que, habiendo ETA desaparecido hace años ya, se recoja todavía que, «con relación al terrorismo autóctono, el nivel de la amenaza que presentan las organizaciones terroristas ETA, Resistencia Gallega y PCE (r)-GRAPO es residual». Pero destaca aún más que la actividad del Estado se fije en un plano político.

El informe detalla, asimismo, que los «simpatizantes» y «organizaciones satélites» del «entorno de ETA» han «reducido su actividad a dinámicas de agitación social, mediáticas y reivindicativas, con especial incidencia en la exigencia de la libertad de los presos y la independencia». Algo a lo que los aparatos del Estado añaden que también pretenden «consolidar lo que denominan la batalla por el relato, tratando de imponer su versión sobre la violencia y deslegitimar el Estado de Derecho».

La respuesta: víctimas en la Educación

Frente a ello, el informe recoge que «uno de los principales ejes en los que se articula la lucha contra el terrorismo», es «el apoyo y la asistencia integral y permanente a las víctimas del terrorismo, teniendo como base el respeto a su dignidad y a su memoria».

Asegura que «España demuestra su firme compromiso con las víctimas a través de la implementación de medidas destinadas a su protección, apoyo y reconocimiento, así como a contribuir con la construcción de una sociedad cada vez más justa, solidaria y resiliente». Y añade que «la reparación integral de las víctimas viene siendo una constante en las estrategias, planes y protocolos diseñados para hacer frente a la barbarie terrorista y sus efectos».

Entre esas «estrategias, planes y protocolos», el texto recoge que, «en línea» con la «vigente Estrategia Nacional Contra el Terrorismo 2023 (ENCOT23)», se determinó «promover el testimonio de las víctimas del terrorismo como vía para contrarrestar la narrativa terrorista». Subraya que «desde el Ministerio del Interior, en colaboración con las asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo y con las Comunidades Autónomas, se ha impulsado un proyecto educativo en el que el pilar fundamental son las propias víctimas del terrorismo, cuya memoria y experiencia vital son parte fundamental de las unidades didácticas de secundaria y bachillerato».

Congreso en Gasteiz

Siguiendo con el papel que el Estado atribuye a la presencia en los institutos, el “Informe Anual de Seguridad Nacional 2024” también recuerda que «tras el relevante papel que adquirió la proactividad de las víctimas en la lucha contra el terrorismo en el Congreso Internacional que tuvo lugar en la sede central de Naciones Unidas en Nueva York en septiembre de 2022, cabe mencionar que, el 8 y 9 de octubre de 2024 se celebró en Vitoria-Gasteiz la Conferencia Internacional de Naciones Unidas sobre Víctimas de Terrorismo, bajo el tema “La educación como herramienta para la Prevención, la construcción de la paz y el empoderamiento de las víctimas del terrorismo».

Se subraya que «la Conferencia, coorganizada por España y la Oficina de Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT), contó con unos 400 participantes, incluyendo delegaciones de 66 países de todas las regiones del mundo».

Actividad policial y penitenciaria

El informe también asegura que durante el año 2024 «las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado perseveran en la investigación de los atentados que permanecen sin esclarecer, así como para localizar y detener a los miembros de estas organizaciones terroristas que se encuentran huidos de la Justicia».

Explicita que en ese periodo las FSE «han practicado, además, dos detenciones en el marco de las investigaciones sobre las actividades de la organización terrorista ETA».

«Por último», el informe «reseña», sin hacer más comentarios, que «durante el 2024, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha recibido las primeras peticiones de presos de la organización terrorista ETA para acogerse a la modificación de la Ley Orgánica 7/2014, que les permitiría convalidar las condenas que hayan cumplido en otros países». Lo que no explica es que dicha modificación legal se trata de la adaptación de la legislación española a criterios de la UE sobre intercambio de información de antecedentes penales y consideración de resoluciones penales, contra la que en 2014 maniobró el Gobierno encabezado entonces por Mariano Rajoy.

Peligro de la extrema derecha y la polarización

El Informe de Seguridad Nacional sostiene que «durante el 2024, el radicalismo de extrema derecha ha incrementado su presencia en Europa y España, donde redes organizadas difunden ideologías nacionalistas y xenófobas. Uno de los discursos predominantes es el rechazo hacia la inmigración, promovido en gran medida a través de redes sociales».

Pero también aventuran que «a su vez, el radicalismo de extrema izquierda y el anarco-terrorismo, aunque menos visible, sigue activo en el arco mediterráneo y en España, utilizando causas sociales para justificar disturbios que pueden derivar en actos violentos».

El informe señala que «a diferencia de lo que ocurre en otros países de la UE, esta radicalización no ha desembocado en la constitución de grupos u organizaciones terroristas, ni en la preparación o materialización de acciones de naturaleza violenta. Sin embargo, la polarización y la radicalización social puede derivar en una dinámica violenta que culmine en acciones violentas organizadas o lleguen a constituir una amenaza terrorista».

Por su parte, según la Estrategia Nacional Contra el Terrorismo 2023 (ENCOT23), «el aumento de los extremismos y los radicalismos y sus posibles manifestaciones en forma de acciones terroristas, violentas, racistas o xenófobas, entre otras, es un fenómeno preocupante a nivel global».

Asimismo,«los radicalismos extremistas violentos negacionistas y antisistema rechazan la evidencia científica, histórica o política y generan desconfianza hacia las instituciones. En todo caso, los movimientos extremistas violentos buscan imponer su visión del mundo a través de medios ilegítimos y antidemocráticos, representando una amenaza para la seguridad y el bienestar de la sociedad».

Apuntan factores que aumentan «la amenaza». «La polarización inducida por la crisis económica, sanitaria, social, energética y migratoria, así como una creciente desconfianza en las instituciones puede llevar a la adopción de ideologías extremas o radicales, especialmente entre los jóvenes», señalan.

También habla de «la discriminación, el racismo y el sentimiento de agravio, que favorecen la adopción de ideologías extremas o radicales, especialmente entre los grupos marginados o excluidos». Y de «la propaganda y la desinformación empleadas para difundir y transmitir este tipo de ideología, especialmente a través de las redes sociales y otros medios en línea».




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Herri Libre Bat

Desde las páginas de El Diario traemos a ustedes una reseña de la movilización convocada por la iniciativa ciudadana Gure Esku en Bilbo:


Miles de personas llenan Bilbao en una masiva movilización por el derecho a decidir vasco organizada por Gure Esku

Finalmente, dirigentes del PNV y su cantera EGI han participado en la marcha, al igual que EH Bildu y los sindicatos abertzales

Decenas de miles de personas, 35.000 según fuentes municipales, han participado este sábado a la manifestación organizada en Bilbao por la plataforma soberanista Gure Esku (antes Gure Esku Dago) a favor del derecho a decidir de la nación vasca. Las ikurriñas y los gritos de “independentzia” al paso de la pancarta han sido protagonistas en la calle de Autonomía. “Hoy en las calles de Bilbao estamos reivindicando la necesidad de un pueblo libre y soberano”, ha dicho el portavoz de la plataforma ciudadana, Josu Etxaburu. Finalmente, han acudido dirigentes del PNV aunque el partido como tal no lo apoyaba, a diferencia de EH Bildu.

Un grupo de 'joaldunak' y el sonido del cuerno han precedido, entre aplausos, a “una ikurriña gigante con los nombres de todos los municipios de Euskal Herria”, según la organización, y la pancarta que encabezada la marcha, en la que se podía leer el lema escogido para la jornada de hoy, 'Herri libre bat. Euskal Herriak erabaki'. En castellano, 'Un país libre, que Euskal Herria decida'.

Por parte de EH Bildu se han sumado, entre otros, el el líder parlamentario, Pello Otxandiano, y la portavoz en Gipuzkoa, Maddalen Iriarte, quien, previo al inicio de la marcha, se ha dirigido a los periodistas y ha apuntado que “este pueblo tiene que tener el derecho para gobernar su futuro”. “Trabajamos cada día para tener herramientas para llevar a cabo nuestras políticas públicas, pero aún nos faltan muchas, por lo que queremos tener otro tipo de relación con los Estados”, ha asegurado.
Participación del PNV

Asimismo, han participado en la marcha los dirigentes del PNV Miren Martiarena y Markel Olano. Los 'jeltzales' no han acudido como partido a la convocatoria de Gure Esku, a diferencia de en eventos de años anteriores. Afirman fuentes del partido de Aitor Esteban que es “porque no ha existido una coordinación previa a esta convocatoria entre la parte organizadora” y su formación, pero inciden en que han dado “libertad a sus afiliados a acudir a esta llamada si así lo consideran”, según han precisado fuentes del Euzkadi Buru Batzar. También ha estado EGI, las juventudes del PNV, al igual que Ernai, el equivalente en la izquierda abertzale. También se han unido a la marcha representantes de los sindicatos ELA, LAB, Steilas, Hiru y EHNE; el movimiento Etxalde, Bilgune Feminista, Euskalgintzaren Kontseilua, el movimiento de pensionistas, las organizaciones juveniles de Ikama.

En palabras de Etxaburu, la capital vizcaína ha reunido hoy a “miles y miles de vascos que piensan distinto pero que están al favor del derecho a decidir”. “Hoy en las calles de Bilbao estamos reivindicando la necesidad de un pueblo libre y soberano”, ha señalado. En este sentido ha explicado que lo que quieren transmitir a través de esta convocatoria es que “a la sociedad vasca le interesa la soberanía”. “Es más, la sociedad vasca quiere y necesita la soberanía. ¿Para qué? Básicamente para mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos y también porque necesitamos nuevas herramientas para responder de manera eficaz a los retos que tenemos entre manos”, ha agregado. 

Los portavoces de Gure Esku Esku, el propio Etxaburu e Irantzu Perello, han leído el manifiesto, en el que han celebrado la jornada como un “impulso fundamental al trabajo en favor de la soberanía”. “Gracias al coraje reunido hoy, y a la voluntad ciudadana expresada hoy, será más fácil dar pasos firmes hacia la soberanía. La meta la tenemos clara: un pueblo libre, un pueblo soberano que decida su futuro. Estamos en el camino. Estamos avanzando en ese camino”, han proseguido. Tras un breve acto cultural de clausura, en el que han participado el bertsolari Jon Maia y el grupo de música palestino Sol Band, la movilización ha terminado con el canto del “Imajinatu Libre”.










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Los Pinganillos de Ayuso

Desde Naiz traemos este recuento de las respuestas suscitadas por el más reciente acto gorilesco contra el euskera protagonizado por la caverna española en la figura de Isabel Díaz Ayuso quien, parece ser, es alérgica a los pinganillos.

Lean ustedes:


«Xenofobia», «ataque al euskara», «sobreactuación»... respuestas a la espantada de Ayuso

Parlamentarios vascos de PNV, EH Bildu, PSE y Sumar ha respondido este sábado a la espantada de Ayuso en la Conferencia de Presidentes autonómicos. Se marchó cuando Pradales intervino en euskara e Illa en catalán. Una muestra de «xenofobia» y un «ataque» al euskara, además de una «sobreactuación».

PNV, EH Bildu, PSE y Sumar han censurado este sábado la actuación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que el viernes abandonó la Conferencia de Presidentes autonómicos al escuchar al lehendakari, Imanol Pradales, intervenir en euskara. También se marchó cuando el president, Salvador Illa, se pronunció en catalán. «Xenofobia», «negación de plurinacionalidad», «ataque al euskara»... son solo algunos de los términos empleados por los parlamentarios presentes en la tertulia de Radio Euskadi.

El jeltzale Markel Olano ha manifestado que lo ocurrido es «una muestra clarísima de que Isabel Díaz Ayuso está dinamitando el PP por dentro, porque está en una línea de extrema derecha populista sistemática». Ha lamentado así que sea ella la que «marca el camino», con «una visión absolutamente xenófoba». «Yo creo que, al final, el nacionalismo español xenófobo que define Isabel Díaz Ayuso, tiene una explicación clarísima, y esa explicación es Vox», ha argumentado.

Bajo su punto de vista, «Vox es la máxima razón para que el PP no quiera abandonar su flanco de extrema derecha», e incurra en «comportamientos bochornosos, que dan cuenta del peligro que se nos avecina, por ejemplo, a los vascos y a las vascas». Ante ello, ha dicho, se debe «reaccionar como pueblo» fortaleciendo las instituciones y el idioma propio, «una lengua única en el mundo».

Para EH Bildu, en palabras del parlamentario Ander Goikoetxea, la actitud de la presidenta de Madrid «hay que tomarla como un ataque a nuestra cultura y a nuestra lengua», que «evidencia claramente» que la derecha española nunca ha «creído» en la plurinacionalidad. Por ello ha instado a un «cambio de escenario» en el marco de las relaciones, abogado por un «estatus bilateral de relaciones soberanas» con el Estado español.

El parlamentario del PSE Ekain Rico también ha destacado que la actitud de Ayuso ante el euskara o el catalán «es un reflejo de la negación sistemática del PP de la diversidad y de la pluralidad». Una forma de pensar que, ha apuntado, «no deja de ser una fábrica de independentistas». 

«No es tanto que Isabel Díaz Ayuso haya hecho la barbaridad que hizo, sino que este es el mismo Partido Popular que hace semanas se paseaba por Europa tocando las puertas de diferentes países para que votaran en contra del reconocimiento de la oficialidad del catalán y del euskera en los ámbitos europeos», ha añadido.

El único parlamentario de Sumar, Jon Hernández, ha apuntado que la de Ayuso fue una «sobreactuación y obviamente una agresión a las lenguas absolutamente deliberada». A su juicio, buscaba, por un lado, «competir con Vox, elevando la bandera del ultranacionalismo y del ultracentralismo», y, por otro, «que no se hable, sobre todo en el ámbito de la Comunidad de Madrid, de las 30.000 familias que están denunciando lo que pasó con los mayores en las residencias, para que no se hable del proceso que tiene abierto su pareja por defraudar a la hacienda».

Respaldo del PP de la CAV

El parlamentario del Partido Popular, Álvaro Gotxi, ha justificado la espantada de Ayuso. «Si lo que quieres es llegar a acuerdos con la presidenta de Extremadura y los dos habláis una lengua común, lo lógico y lo que tiene sentido es que para llegar al pacto y para facilitar el pacto», ha declarado, incidiendo en que utilizar el euskara es un «subterfugio para no llegar a esos acuerdos».

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha estado este sábado en Bilbo, ha defendido un «bilingüismo armónico». También ha dicho que su partido ha sido «coherente desde el primer instante» y nunca ha «traicionado la Constitución ni el Estatuto de Gernika». Parece haber olvidado que Alianza Popular defendió el ‘no’ al Estatuto de la CAV en 1979.




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