Soroa | Lágrimas por Thatcher

Maite Soroa pasea por la calle de la amargura a los juntaletras españolazos que han lamentado la muerte de la sociópata inglesa que respondía al nombre de Margaret Thatcher.

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Lágrimas por Thatcher

Maite Soroa

Los medios «liberales», los adoradores de la libertad... de mercado llevada hasta el latrocinio siguiendo las enseñanzas de la recién fallecida Margaret Thatcher, ayer seguían homenajeando en sus páginas a la «gran dama».

«Abc», en su 'Enfoque', decía que los grandes medios internacionales, «entre ellos «Abc», recordando modestamente que es uno de los «grandes medios internacionales», dedicaron el martes su portada a la muerte de Thatcher. Y no crean que es presunción, ya que «La prensa británica adoptó el formato tradicional de «Abc» al apostar por una gran imagen de archivo como ilustración de una noticia de gran alcance». Servidora se imagina a las direciones de los principales diarios británicos reunidas para después coordinarse entre ellas y acordar: «está claro: habrá que adoptar el formato tradicional de «Abc», ¿no?».

Debajo de la melonada, aseguraba que Inglaterra «llora a su gran dama», y que la desaparición de «la Dama de Hierro siguió ayer generando reacciones en una escena internacional conmocionada por la pérdida de quien definió toda una época con sus políticas liberales». De acuerdo, la escena internacional conmocionada, pero una parte por su pérdida y otra por que esta no hubiera ocurrido hace unas cuantas décadas, como reflejaba más adelante ese diario: «En el Reino Unido, sin embargo, el primer ministro tuvo que salir a escena para criticar a quienes en varias ciudades participaron en verbenas callejeras organizadas para celebrar la muerte de Thatcher». Esa gente, al parecer, no estaba encantada con esas políticas liberales y las consecuencias de estas.

«La Razón» también dedicaba varias páginas a la ex primera ministra británica, además del 'Punto de mira' de Jose María Aznar, titulado «Thatcher, la fuerza de las buenas ideas». No se asusten, solo reproduciré el comienzo: «No tuve la oportunidad, como me hubiera gustado, de coincidir más frecuentemente con Margaret Thatcher. Pero eso no impidió que prestara mucha atención a sus ideas». Aplicado ya era el muchacho, y además con buenos resultados. Lean, lean: «Una de las primeras lecciones que aprendí de ella es que las malas ideas siempre dan como resultado malas políticas, mientras que las buenas ideas tienden a producir buenas políticas». Servidora también aprendió algo así hace mucho tiempo, pero no de Margaret Thatcher, sino viendo «Barrio Sésamo».

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