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lunes, 5 de julio de 2021

Sestao y la Generación Gernika

Todo ejercicio de memoria histórica, ya sea que se de en Noain conmemorando aquella batalla o en Ezkaba, rindiendo honores a quienes intentaron huir de aquel infierno, es bienvenido.

Aquí uno que tiene que ver con los niños y niñas de la Generación Gernika -en específico los que fueron a la URSS- y del cual nos trae el relato Deia:


Sestao aplaude a los Niños de la Guerra que crecieron en Rusia

La asociación Niños de Rusia distingue a 50 vascos que vivieron el final de la II Guerra Mundial

Miguel A. Pardo

Tienen, al menos, 88 años, pero para Euskadi seguirán siendo unos niños. Sus niños. Aquellos niños de la Guerra que tuvieron que meter en una maleta lo poco que tenían para tratar de empezar una nueva vida lejos de las bombas y el terror de la guerra. Fueron más de 4.000 los pequeños que zarparon desde el puerto de Santurtzi aquellos días de junio de 1937 y, de ellos, más de un millar acabaron llegando a Rusia. Ayer, en la Escuela de Música de Sestao, la Asociación Niños de Rusia reconoció a medio centenar de aquellos niños que se educaron en territorio soviético y que tuvieron que sufrir otra guerra, la II Guerra Mundial en la que la URSS logró frenar el avance del nazismo.

Tras las rostros de Cándido, Guillermo, Nieves, José María, Begoña o Milagros hay historias que este pueblo no puede olvidar. Al contrario, ha de recordarlas y, ahora que aún se puede, escuchar de viva voz los testimonios de estas personas que tuvieron que vivir desde bien pequeños lo que nadie en este mundo debiera sufrir: el terror de la guerra. Eulogio Díaz tiene 95 años y una lucidez mental que ya quisieran muchas personas mucho más jóvenes. Recuerda cómo llegó a Leningrado junto a su primo Felipe cuando tenía tan solo once años. "Nos recibieron estupendamente y la URSS nos formó como personas", expresó Eulogio quien años después volvió al Estado y se encontró con una sociedad muy diferente en la que el régimen franquista no dejaba ni un resquicio de libertad y que no paraba de hacer prisioneros. Uno de esos muchos que pasó por la cárcel fue Eulogio. "Por desgracia me encontré una sociedad muy diferente", aseguró Eulogio quien, a día de hoy, aún siente la influencia de aquellos valores que adquirió en la URSS. "La educación que me dieron allí ha hecho que hoy, a mis 95 años, siga en la brecha. Sigo enamorado del pueblo ruso y les estaré eternamente agradecido", explicó Eulogio.

Ese agradecimiento es mutuo, ya que los Niños de la Guerra dejaron huella en Rusia, por ello, Dmitry Sokolov, ministro consejero de la Federación Rusa no quiso perderse el acto de condecoración de estos niños y niñas de 90 años. "Vosotros representáis parte de nuestra historia común una historia que queremos recordar y conservar. La vida fue muy dura con vosotros siendo tan solo unos niños y en la URSS encontrasteis un hogar donde crecisteis y habéis sido nuestros médicos, obreros, trabajadores... Hicisteis una gran aportación al país. Sois unas personas maravillosas", expresó Sokolov.

Los vascos fueron los más numerosos entre los niños y niñas del Estado que llegaron a Rusia. Se calcula que supusieron cerca de la mitad de los que desembarcaron en territorio soviético. Por eso, su memoria es imprescindible para tejer un relato histórico veraz de Euskadi. En ello se afana Gogora y su directora, Aintzane Ezenarro, puso en valor el testimonio de estas personas. "Vuestro testimonio es muy importante para recuperar la memoria. Por eso os animamos a aportarlo para que sigamos recuperando y preservando la memoria histórica", señaló Ezenarro.

Este reconocimiento se tenía que haber celebrado el pasado año coincidiendo con el 75 aniversario del final de la II Guerra Mundial, pero la pandemia lo impidió. Finalmente, Sestao acogió este reconocimiento que en el Estado se ha realizado en otros dos lugares: Madrid y Gijón. "Es un honor que la Asociación Niños de Rusia haya elegido nuestro municipio para rendiros homenaje por el 75 aniversario del fin de la II Guerra Mundial. El Ayuntamiento de Sestao está muy interesado en mantener viva la Memoria Histórica y apostamos por la divulgación de los hechos que ocurrieron para que no vuelvan a ocurrir", afirmó Ainhoa Basabe, alcaldesa de Sestao, un municipio que ayer aplaudió a los Niños de la Guerra que tuvieron que crecer en Rusia, su segunda casa.

"Nos recibieron estupendamente en Leningrado. La URSS nos formó como personas"

"La educación que me dieron allí hace que hoy, a los 95 años, siga en la brecha"

Eulogio Díaz | Niño de la guerra




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