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domingo, 21 de julio de 2002

Aznar el Autócrata

La Jornada ha publicado este artículo en el que se expone la postura asumida por el PNV tras el informe rendido por José María Aznar.

Adelante con la lectura:


"Autocrática y persecutoria", la política de Aznar para solucionar el conflicto vasco, acusa el PNV

El presidente del gobierno usa el tema de Euskadi de forma electoralista, dice el vocero

Armando G. Tejeda | Corresponsal

La cúpula del Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el gobierno regional) considera que la política emprendida por el Ejecutivo español, del conservador José María Aznar, para la solución del conflicto vasco "es autocrática" y "persecutoria" del nacionalismo, por lo que sostienen que las iniciativas rupturistas aprobadas recientemente en el Parlamento vasco están justificadas y "se llevarán a cabo".

Después del debate del estado de la nación -informe anual de gobierno-, en el que Aznar advirtió al Ejecutivo de Juan José Ibarretxe que defenderá la vigencia de la Constitución, el Estatuto de Gernika y la integridad territorial de España, el vocero del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, explicó a La Jornada que "Aznar utiliza el tema vasco de forma electoralista, pero la gente se ha dado cuenta de que este señor tiene fecha de caducidad".

Las relaciones institucionales y políticas entre los gobiernos vasco y español están prácticamente rotas, si bien el nivel de las acusaciones sube de tono día a día, sobre todo a raíz de la aprobación en el Congreso vasco de la ponencia de autogobierno, en la que instan a Madrid a traspasar la integridad de las competencias contempladas en el estatuto en un plazo máximo de dos meses, y anuncian la convocatoria a una consulta popular de autodeterminación en la región.

La dirección del PNV señaló esta semana que las "las expresiones mendaces y delictivas" de Aznar contra el nacionalismo vasco son "burdas mentiras, desde luego intencionadas", y lo acusó de mantener una línea "autocrática y cada vez más retrógrada, que tiene como consecuencia una cada vez más baja calidad de la aún débil democracia que entre todos intentamos consolidar".

Agregó la nota que "ni los modos ni las bravatas de Aznar asustan a los nacionalistas vascos, que hemos padecido situaciones mucho más duras y, por eso, hoy somos más fuertes que ayer. Siga, pues, por ese camino porque estamos seguros que sufriendo su persecución y odio nos dará, una vez más, fuerza para ser consecuentes con nuestros principios".

El propio Anasagasti explicó que el planteamiento de Aznar "es muy poco democrático y está provocando que las relaciones institucionales con el País Vasco se estén rompiendo, porque creo que él presenta una cara dura, desagradable y antipática. Además es muy beligerante e intenta meternos en el mismo saco de la violencia".

En cuanto a la ponencia de autogobierno, el vocero sostuvo que hace 23 años que se aprobó el estatuto, por lo que lo único que piden es el cumplimiento de la "legalidad", al tiempo que advirtió que la propuesta "es viable, ya que en algunos casos hay instituciones paralelas y en algunos casos está funcionando así, pero esto lo vamos a llevar a cabo, aunque hay algunos casos más difíciles, como el de la seguridad social, pero siempre hay maneras para resolverlo".

Respecto de la transferencia de las cárceles, señaló, "la gente en Madrid piensa que nosotros queremos la competencia para abrir las prisiones, pero ese no es el caso, queremos las competencias para cumplir la ley y para atender a la población reclusa, para que no estén hacinados y sean tratados como seres humanos".

En relación a la consulta popular sobre autodeterminación y la creación de un nuevo marco jurídico-político que sirva de base para las relaciones de la región, Anasagasti explicó que "no se debe tener ningún miedo a que se consulte al pueblo vasco, porque a fin de cuentas Europa se ha hecho como América, en base a guerra y matrimonio, y nosotros lo que queremos plantear es unas relaciones con Europa en base a la voluntad popular".

Añadió: "Si la población lo decide, ya veremos si podemos plantear esa cuestión, pero nosotros creemos que si la consulta popular sirve para eliminar la violencia de ETA, entonces hace falta; cualquier esfuerzo en ese sentido sería políticamente muy interesante, ahora tampoco unimos la violencia a la consulta, porque el conflicto vasco es anterior a la existencia de ETA y sobrevivirá a la propia ETA".

Interrogado sobre si su formación reivindica la independencia, Anasagasti matizó que "en estos momentos no hablamos en clave de independencia sino simplemente de una consulta, pues creemos que el pueblo vasco tiene derecho a esto. La independencia es un objetivo en nuestro horizonte programático pero sujeto a un planteamiento de prudencia y de no ocasionar más mal que bien, pues para esta labor es fundamental la participación de los partidos Socialista y Popular (PP), y de Batasuna, siempre y cuando esta coalición tenga la idea clara de que no puede ser la correa de transmisión de ETA, pues lógicamente si ETA plantea una tregua o el cese definitivo de la violencia, Batasuna tiene que ser parte sustancial, como lo ha hecho el Sinn Fein en el proceso irlandés".

Pero estima que los dirigentes de Batasuna no tienen actualmente la misma autonomía de vuelo, y "yo creo que más que porque no quieren es porque no les dejan".

En cuanto a la recién aprobada ley orgánica de partidos políticos, creada ad hoc por el Ejecutivo español para la ilegalización de la coalición nacionalista, el líder vasco señaló que esta normativa "ha enrarecido la situación del conflicto porque es una ley de partidos políticos aprobada en Madrid que se va a aplicar en el País Vasco pero sin contar con la gente del País Vasco".

Una ley repudiada

Afirmó que dicha legislación "nunca se consultó con nosotros, aunque se les llena la boca diciendo que tiene el respaldo de 95 por ciento de la Cámara, pero en el País Vasco no se quiere, porque va a ocasionar más problemas de los que va a solucionar. Un sistema de partidos funciona en base a partidos; por ejemplo, cuando la transición española no se ilegalizó a la Falange y sí se legalizó al Partido Comunista, y ahora que todo el mundo habla de la maravilla de la transición española se debería tomar en cuenta que se hizo gracias a los partidos políticos y que no se ilegalizó a nadie".

Puntualizó: "Aquí se va a ilegalizar un partido político en el que sin duda hay gente que apoya la violencia, pero en el que también hay gente que no, así que por eso decimos que se debe actuar con el Código Penal, con el que se puede perseguir el delito. Además de que la ley fortalece a Batasuna, que los últimos años había reducido a la mitad su representación parlamentaria y había sufrido una escisión en su interior".

Afirmó que la ley significará una radicalización de la sociedad porque rompe de alguna manera el pase de las armas a la política y eso es clave, y que en el fondo "hay miedo a vencer democráticamente a quien da soporte a la violencia, pues en democracia todas las ideas se pueden defender y cuando alguien ilegaliza a su adversario es un demócrata de muy baja calidad".

Batasuna, señala, es un grupo político que está vinculado con la violencia de ETA, "pero prefiero que haya gente que haga política a que se dedique a la lucha armada y cuanto más propiciemos que ese grupo participe en las elecciones ese siempre será un paso para propiciar un proceso de paz".

-Se afirma que el PNV está negociando con ETA.

-Ya quisiéramos, porque eso significaría que ETA estaría dispuesta, pero en este momento está cerrada y tratando de, como ellos dicen, socializar el dolor. No hay ningún cambio, siguen igual, si acaso están un poco más débiles pero si tienen la decisión de matar en un momento determinado terminarán haciéndolo.

En cuanto a críticas socialistas, populares y del propio Aznar, que sostienen que el gobierno vasco se olvida de los ediles amenazados por la organización armada, el líder nacionalista apuntó que el gobernante "se preocupa más de un tipo de víctimas que de todas las víctimas, pues aquí todavía estamos encontrando cadáveres de la guerra civil española y sin embargo de ese tema no se puede hablar con Aznar, quien todavía no ha condenado el alzamiento militar de Francisco Franco. Y creo que nunca lo hará: no puede ir en contra de su propia familia, pues la nomenclatura del régimen anterior está muy bien representada en sus hijos". 




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