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miércoles, 30 de enero de 2013

Cronopiando | Renovarse o Morir

Otra de las glorias del neoliberalismo llega a nosotros en la forma del Cronopiando de nuestro amigo Koldo Campos:

Renovarse o morir

Koldo Campos Sagaseta | Cronopiando

Frente a una crisis de la magnitud que padecemos nada más sensato que innovar, y la empresa Mediterránea de Cátering (Medicat) lo sabe y lo practica.

Con la privatización de la cocina en todos los hospitales navarros, esa empresa ligada al PP valenciano no sólo ha transformado el servicio de cocina en los hospitales en un lucrativo negocio sino que está revolucionando la gastronomía del mundo.

De hecho, desde que fuera restaurado el ecce homo de Borja ningún otro aporte español había sido tan celebrado en el extranjero como los menús que sirve en los hospitales la Mediterránea Cátering.
Con muy escaso personal, que no están los tiempos para delpilfarrar recursos económicos en sueldos, pero con el auxilio de una moderna tecnología de “línea fría”, Medicat ha conseguido en apenas unos días de presencia en los hospitales navarros logros tan destacables como servir yogures a 28 grados, iniciativa que, al margen de las quemaduras que provoca, pronto va a ser imitada por reputados cocineros como Adriá o Berastegui.

Medicat también está modificando los viejos y obsoletos horarios en la distribución de las ingestas diarias, de manera que respondan satisfactoriamente a los retos que imponen los nuevos tiempos. En este sentido se están haciendo coincidir las comidas con las meriendas y los desayunos con la cenas, con lo que se evita molestar cuatro veces al día a los enfermos con la entrada en las habitaciones de los carritos de alimentos, interrumpiendo en ocasiones el sueño de los pacientes o importunando las visitas familiares.

En otro innovador aporte Medicat está estimulando el consumo de café entre la infancia enferma y las meriendas de plátanos para los diabéticos, así como el servicio de purés globalizados cuyos colores y textura no permiten diferenciar su composición, acabando con las típicas alergias infantiles al puré blanco, verde o naranja.

También Medicat ha conseguido romper la tediosa costumbre que imperaba en los centros de salud y que hacía que las comidas, además de llegar a la hora establecida, fuesen las solicitadas por los enfermos siempre dependiendo de sus enfermedades. Gracias al nuevo desempeño de Medicat y su menú-sorpresa, se sabe de algunos centros en los que los enfermos ya están organizando, incluso, apuestas sobre el menú que les será servido como una forma de entretener el tiempo y distraerse, actividad muy necesaria en los hospitales por lo que de saludable tiene para los pacientes.
Una de las innovaciones de Medicat más celebradas es la presencia de platos dotados de manchas o signos residuales, de manera que faciliten la integración en un único servicio de las más diversas formas y sabores.

¡Ay si El Bulli levantara la cabeza!






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