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25 años recordando a Santi Brouard en Andalucía
Esta es una de las historias más hermosas de solidaridad que dos pueblos oprimidos han podido vivir en el Estado español.
Antonio Torres, "Antón"
Esta es una de las historias más hermosas de solidaridad que dos pueblos oprimidos han podido vivir en el Estado español, ese Estado que separa y disgrega a los pueblos y trabajadores en nombre de una unidad que solo es de mercado. Una historia que desafió incomprensiones, mitos, y convicciones históricas instaladas tanto por los grandes medios de comunicación como por instituciones académicas, encargadas todas ellas de seguir reproduciendo la ideología y las políticas dominante de la gran oligarquía española. Hablamos del homenaje que en 1985 rindió el pueblo de Badolatosa, en la rebelde Sierra Sur sevillana, al médico vizcaíno y dirigente de la izquierda abertzale Santiago Brouard.
Santi Brouard, un abertzale revolucionario
20 de noviembre de 1984, Santiago Brouard, había terminado de auscultar a un niño en su consulta de pediatría del número 12 de la Alameda de Recalde de Bilbao; eran casi las seis de la tarde, cuando dos individuos irrumpen en su consulta y cosen a balazos a Santi. En su huida, los dos individuos abandonaron en la consulta una pistola “Lathy” de fabricación sueca y un fusil semiatomático italiano. Más tarde, se confirmaría que las balas utilizadas coincidían con las utilizadas en acciones de los GAL en Iparralde.
Santiago Brouard, médico vizcaíno, nacido en 1919, tuvo que exiliarse a Francia cuando 1974 atendió a un militante de ETA herido gravemente de bala. En Iparralde, Santi entró en contacto con los máximos dirigentes de ambas ramas de ETA existentes en aquellos momentos, ETA (militar) y ETA (político-militar), es decir, con Juan Miguel Beñarán Ordeñana (Argala), y Eduardo Moreno Bergaretxe (Pertur). De Argala, Santi diría: “No he conocido a nadie con una dedicación tan plena, tan fuera de lo común. Por otra parte su preparación política, y su capacidad eran extraordinarias... Yo muchas veces he pensado que su capacidad política emanaba directamente del convencimiento profundo que tenia en el devenir del pueblo revolucionario vasco. Creo que las 24 horas del día, hasta las que dormía, él tenia en la mente la misma cosa. Una mente que estaba trabajando sobre un problema, sin preocuparle lo más mínimo el resto de las cuestiones. Una mente que solo vivía para el pueblos vasco y sus problemas. Con esto, y como es natural, los frutos que daba eran muy superiores a los de cualquier otra persona que ademas de tener una vida política, una idea política, tiene una idea familiar, una idea profesional, etc., que en cierta medida resta capacidad... Argala ha sido la figura cumbre de la política revolucionaria vasca, por lo menos de las que yo he conocido. Como médico puedo decir que era una persona muy dotada, mucho más de lo normal y con una sagacidad política increíble... Como revolucionario, creo que sólo tenia una debilidad, la música”. De Pertur: “Eramos vecinos, y asistíamos a las reuniones del KAS. Muchas veces juntos, en el mismo automóvil. Yo a Pertur le admiraba profundamente. He pasado horas en común, pues cantidad... Recuerdo que en aquel piso no se oía otro cosa que el teclear de su máquina de escribir. Él era un trabajador inmenso. Todo el día se lo pasaba trabajando, y trabajando. Su militancia ha sido extraordinaria, ahora bien, no tenía más que esa gran, importante, cualidad. Su capacidad política era la de un hombre estudioso, la de un trabajador nato. “
En Iparralde fue miembro fundador del partido EHAS, nacido de la fusión de los partidos socialistas y abertzales EAS y HAS. Posteriormente, EHAS pasó a denominarse HASI, partido del que fue presidente hasta su asesinato, siendo a su vez, miembro de la Mesa Nacional de la coalición de izquierda abertzale Herri Batasuna (HB). De la mano de Santi, el carismático Jon Idigoras daría el salto definitivo a la dirección de HB. En 1983, Santi sería encarcelado por su participación en el canto del “Eusko Gudariak” protagonizado por los parlamentarios autonómicos de HB durante la visita del monarca español Juan Carlos I a la Casa de Juntas de Gernika. Santi Brouard fue además parlamentario autonómico y Teniente de Alcalde de Bilbao durante una legislatura.
Santi Brouard era un hombre querido y admirado por su pueblo, incluso por elementos del nacionalismo vasco conservador, además, desde los sectores menos intransigentes de los Estados español y francés su figura siempre fue vista como la de un interlocutor válido a tener en cuenta en un proceso de salida negociada el conflicto vasco. De ahí que su asesinato fuera interpretado como el asalto definitivo de los “duros” en la denominada “lucha antiterrorista”, ya que con su asesinato no solamente se quería asestar un duro golpe al corazón mismo de la izquierda abertzale y al conjunto del pueblo vasco progresista y defensor de los derechos nacionales, sino que se pretendía igualmente anular cualquier tipo de solución negociada al conflicto en Euskal Herria. Por otro lado, si por algo ha destacado la máquina represiva del Estado español respecto al conflicto vasco es por eliminar de raíz a aquella militancia abertzale que no solamente demostrara un claro compromiso independentista, sino que también destacase por su apuesta por la transformación revolucionaria de la sociedad, por la construcción del socialismo y del comunismo, como fue el caso de Santi, o los anteriormente nombrados Argala y Pertur. Santi en un discurso ante el Comité Central de HASI afirmaría: “La propaganda capitalista a través de todos los medios quiere quitarnos fundamentalmente la fe en nuestro proyecto histórico; para eso mienten, insinúan, usan todos los medios de los cuales se valen para confundir y falsear, insinuar en nuestro espíritu. Es frecuente oír que es inútil luchar, que todo da igual, que que más da unos políticos que otros, que todos son iguales,que en la URSS hay clases,que Nicaragua va fracasar sometida al imperialismo americano, que en Cuba existen hijos de papá. Todas estas propagandas no tienen más fin que quitarnos la fe que todos nosotros cultivamos en el proceso revolucionario que defendemos.”
Su asesinato dio lugar a la convocatoria de una huelga general en Euskal Herria que fue ampliamente seguida.
El asesinato de Santi Brouard
Como antes se ha señalado, en la tarde del 20 de noviembre de 1984, dos individuos irrumpieron en la consulta de Santi Brouard, le dispararon hasta en seis ocasiones, causándole su muerte inmediata. Desde el primer momento unas siglas, las del GAL, y la consiguiente participación de los aparatos represivos del Estado planearon sobre el cadáver de Santi. El tiempo y las investigaciones, siempre entorpecidas, acabarían confirmado las sospechas.
La investigación del asesinato de Santi Brouard ha sido todo un cúmulo de despropósitos, lagunas, obstáculos, intrigas, y rincones oscuros, en definitiva, las cloacas del Estado, no las de un Gobierno de un partido político concreto, sino las del Estado como tal en acción.
Inicialmente, se encargaría de la investigación Antonio Rosino, Jefe de la Brigada de Información de Bilbao, siendo retirado del caso después de recibir la orden de pagar el silencio de un informador que estaba dispuesto a contar detalles fundamentales sobre la planificación y autoría, llegando a la conclusión de que el asesinato de Brouard pudo haberse evitado, junto al fiscal Emilio Valerio Martínez, quien señalaría directamente a los servicios secretos españoles.
El caso pasó por las manos de hasta 10 jueces y terminó con una sentencia firme, ratificada por el Tribunal Supremo, en mayo de 1993. Dos personas, mafiosos no vinculados a puestos de responsabilidad política, y confidentes de la policía, fueron condenadas como autores materiales entonces: Rafael López Ocaña, a 33 años de cárcel, y Juan José Rodríguez Díaz, alias “El Francés”, a 8 años.
El sumario se reabrió tras la detención de José Luis Morcillo Pinillos, industrial granadino, por un alijo de 100000 pastillas de éxtasis, a éste se le consideraría coautor del asesinato, junto a López Ocaña, el fiscal le reclamaría 31 años de prisión. Tras casi 5000 folios y más de ocho años de instrucción, también aparecerían en calidad de inculpados Julián Sancristóbal, Director General de Seguridad del Estado, como inductor y cooperador necesario del asesinato; José Amedo, Subcomisario de la Policía Nacional, como inductor; Rafael Masa, Teniente-Coronel de la Guardia Civil, como cooperador necesario; Francisco Álvarez, Jefe del Mando Unico para la Lucha Antiterrorista; Jesús Martínez Torres, Comisario General de Información; Miguel Planchuelo, Jefe Superior de Policía de Bilbao; el ya nombrado Antonio Rosino, Jefe de la Brigada de Información de Bilbao y Michel Domínguez, Policía Nacional, como encubridores del asesinato. Durante el juicio se apuntará también por diferentes declaraciones de los procesados la responsabilidad del ex Secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y del ex Ministro de Interior, José Barrionuevo, que participaron en el juicio, únicamente como testigos.
Finalmente, en el 2003, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Vizcaya decidió absolver a los tres principales acusados: José Luis Morcillo, José Amedo, y Rafael Masa, del asesinato de Santiago Brouard por falta de pruebas concluyentes. En la sentencia de 48 folios, el Tribunal considera que los hechos "no son constitutivos de las infracciones penales que se imputan a los tres acusados, puesto que no se ha acreditado ninguno de los ilícitos típicos, ni otros homólogos, de manera que no surge responsabilidad criminal". En este sentido el tribunal ha resaltado que "los testigos referenciales que tendrían habilidad para asentar la versión de hechos que postulan las acusaciones han carecido de fuerza de convicción de una manera palmaria".
Lo dicho, las cloacas pestilentes del Estado español donde narcotraficantes, chulos, y delincuentes se confunden con agentes de policía, agentes secretos, y cargos políticos.
Badolatosa, un pueblo andaluz rebelde
El pueblo de Badolatosa está situado en la provincia de Sevilla, en plena comarca de la Sierra Sur, allí donde la provincia de Sevilla se confunde con las de Córdoba y Málaga, casi en pleno centro geográfico de Andalucía. La comarca de la Sierra Sur sevillana ha sido y es, una de las comarcas andaluzas donde el peso del latifundio ha sido mayor, hablamos de amplias extensiones de territorio cultivado principalmente por olivos. Badalotosa se encuentra muy cerca de localidades con una gran tradición latifundista como son Osuna y Estepa. Por sus tierras estuvo el refugio del famoso bandolero José María Hinojosa “El Tempranillo”, que lejos de ese romanticismo con que siempre ha sido analizado el fenómeno del bandolerismo andaluz, no representaba más que la desesperación y la miseria de un pueblo trabajador humillado y explotado cruelmente, “El Tempranillo” era hijo de jornaleros. El bandolero local más conocido fue José Ruiz Permana “Germán”.
Badolatosa ha sido y es un pueblo de jornaleros, de obreros del campo, que han sufrido y siguen sufriendo en la actualidad la más cruel explotación del ser humano por el ser humano. Pueden cambiar las maneras, nunca el fondo, es decir, nunca la explotación en la que el modo de producción capitalista se fundamenta.
Aunque la Sierra Sur ha sido el feudo tradicional del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) y de su brazo político, la CUT, con localidades como Marinaleda, Los Corrales, Pedrera o Gilena; Badolatosa, junto a la vecina Casariche, fue y es un feudo tradicional del PCE, por tanto, en Badolatosa se vivieron muy intensamente todas las vicisitudes atravesadas por este partido desde sus primeras escisiones en los años 60. En Badolatosa, en definitiva, se han venido expresando todas las características diferenciales que han venido marcando al movimiento comunista en Andalucía prácticamente desde su creación.
Badolatosa fue el núcleo principal de una escisión del PCE llamada Frente Leninista Andaluz, dirigida por dirigentes andaluces de las CCOO del Campo. Este Frente Leninista Andaluz, junto con el Partido Comunista (PC), conocido popularmente como “pecé punto”, y diversos sectores del PCE escindidos en Andalucía dieron lugar a lo que hoy se conoce como el Partido Comunista del Pueblo Andaluz (PCPA).
El homenaje de un pueblo de Andalucía a un luchador vasco
Era el 18 de mayo de 1985, el periódico El País en su edición del día 19 lo contaba así: “La viuda y la hija de Santiago Brouard asistieron en Badolatosa (Sevilla) a la inauguración de una barriada que lleva el nombre del dirigente abertzale asesinado. El acto, promovido por Comisiones Obreras del Campo de Andalucía, de fuerte contenido político, tuvo constantes llamadas a la "solidaridad del pueblo andaluz y el pueblo vasco" y se desarrolló sin incidentes. La jornada finalizó con un mitin-fiesta en el que intervinieron dirigentes del Frente Leninista Revolucionario de Andalucía, recientemente escindido del PCE, y lo miembros de la mesa nacional de Herri Batasuna Jon Idígoras y Txomin Ziluaga”.
Sin embargo, los caciques locales, con su partido, el PSOE, junto con la ultraderecha intentaron por todos los medios hacer fracasar el acto. Lo intentaron boicoteando la rueda de prensa que la hija de Santi, Edurne, junto a al dirigente de HASI Txomin Ziluaga, al dirigente de HB, Jon Idigoras, y los andaluces Juan Antonio Romero (“Comandante”), dirigente de las CCOO del Campo, el dirigente del PC “punto”, Juan Cabo, y el Alcalde de la localidad, Jerónimo Rodas, dieron la víspera del acto. El PSOE dictó la orden tajante a todos los medios de comunicación de no acudir a esa rueda de prensa, que, a pesar del boicot, se pudo llevar a cabo y fue aprovechada por el Alcalde para denunciar todas las amenazas recibidas. Pero no quedó ahí la cosa, a la noche, eurocomunistas del PCE y socialdemócratas del PSOE se aliaron para lanzar toda una campaña de criminalización llenando de octavillas insultantes las calles de Badolatosa, pero frente a esta provocación, los organizadores del acto dieron toda una lección de disciplina y trabajo retirando una a una todas las octavillas, además de pancartas y carteles. Se organizó un ejemplar servicio de seguridad que muy probablemente evitó que el acto fuera reventado. Badolatosa acabó siendo totalmente rodeada por efectivos fuertemente armados de la Guardia Civil. Frente a estas provocaciones, el pueblo obrero de Badolatosa se expresó con sencillez y humildad, y expresó su unánime solidaridad con la lucha del pueblo vasco y su homenaje a un luchador querido y honrado del pueblo trabajador vasco, haciendo que una barriada de su pueblo llevara su nombre. Finalmente, a pesar del empeño de la derecha, del PSOE y del PCE, el acto de homenaje a Santi Brouard se llevó a cabo sin ningún incidente.
Badolatosa se engalanó con banderas andaluzas, ikurriñas, y banderas rojas, llegaron seis autobuses desde Euskal Herria, que a pesar de esas octavillas insultantes, no eran “terroristas” sino vascos que quisieron vivir un momento de solidaridad único. Se gritaron consignas de solidaridad entre Euskal Herria y Andalucía y de denuncia del asesinato de Santi. El dirigente de HB, Jon Idigoras diría sobre el acto: “va a romper esas barreras que el enemigo, la oligarquía, la socialdemocracia, los caciques y los señoritos han querido imponer entre el pueblo andaluz y el pueblo vasco”. La viuda de Santi, Tere Aldamiz emocionada diría: “Huelgan las palabras. Badolatosa, pueblo digno y generoso que quiso representar al pueblo de Andalucía, lo consiguió con un gesto, tatuando un surco en el corazón del pueblo vasco, a ese pueblo con el cual compartió su pan, su amor, y su dignidad”. En la fiesta posterior al mitín se pudo ver a importantes miembros de HB como José Luis Elkoro o el fallecido Jokin Gorostidi arrancarse por sevillanas.
25 años después
25 años después, ni Badolatosa es la misma, ni por supuesto, Andalucía y Euskal Herria. Aquel núcleo comunista de Badolatosa que hizo de su fidelidad a la URSS y de su denuncia de las continuas concesiones del PCE a la gran oligarquía española su bandera volvió a las filas de donde salió.
La Andalucía de hoy, su movimiento obrero y popular, y las organizaciones que desde la izquierda transformadora apuestan por la autodeterminación y la soberanía nacional intentan desarrollarse en un ambiente poco propicio, a pesar de la crisis capitalista; su capacidad de influencia en la clase obrera y el pueblo trabajador es escasa y muy insuficiente. La Euskal Herria de hoy y su izquierda abertzale no es tampoco la de hace 25 años. Sin embargo, tanto en Andalucía como en Euskal Herria hay motivos para la ilusión, y sobre todo, hay motivos para luchar, en el caso de Andalucía, el movimiento obrero y popular andaluz necesita fortalecerse, por tanto, necesita de un trabajo constante y sistemático de lo más granado de sus trabajadores y sectores populares, no es una tarea fácil, pero en la dificultad tiene que ir la ilusión, el amor y la pasión de todo trabajador andaluz con conciencia nacional y de clase por su tierra, en la que vive trabaja y sueña, y su clase.
Hay que entender que la solidaridad internacionalista desde Andalucía se ha de basar en la reactivación del movimiento obrero y popular andaluz bajo un programa de reconstrucción nacional de Andalucía desde los intereses de las clases explotadas andaluzas. Sólo así nuestra solidaridad internacionalista será fuerte, y sobre todo, útil. Sólo así la solidaridad internacionalista, siempre criminalizada, con Euskal Herria será un acto útil para el pueblo trabajador vasco. Pero no sólo la solidaridad con Euskal Herria se criminaliza y se persigue, también está ocurriendo con la solidaridad con Colombia, Venezuela, Cuba o Palestina, por tanto, lo dicho para Euskal Herria vale también para otros lugares. Hace unos años era imposible pensar que la solidaridad con esas luchas fueran objeto de criminalización, pero el imperialismo en su lucha contra los trabajadores y los pueblos se ha vuelto cada vez más fiero, y sobre todo, más alienante, y sabe perfectamente que la solidaridad de los trabajadores y los pueblos es un arma peligrosa, muy peligrosa, y no está dispuesto a que hagamos uso de ella.
La oligarquía española está empeñada en enfrentar a los pueblos, mantiene estereotipos alienantes y vejatorios. Estas barreras impuestas por la gran oligarquía española han sido especialmente difíciles de sortear en los casos de Andalucía y Euskal Herria por muchos y diferentes motivos, a veces, incluso, por los mismos que en ambos pueblos se sienten solidarios. Seamos pues inteligentes, sepamos distinguir lo principal de lo secundario y ordenar nuestras tareas sabiendo que lo prioritario, lo principal en Andalucía es fortalecer el movimiento obrero y popular, pero sin perder de vista, ni por un instante nuestro deber internacionalista.
Hoy, frente a las ansias de paz, democracia y soberanía que siente la mayoría del pueblo vasco, muy especialmente la izquierda abertzale, el Estado español vuelve a demostrar su intransigencia, su inmovilismo, y sobre todo, sus intenciones de perpetuar un Estado caduco heredado del franquismo. En esta situación, valga recordar y tomar lección de aquel gesto solidario de hace 25 años de un humilde pero combativo pueblo jornalero andaluz con un luchador vasco querido y reconocido como fue Santi Brouard, y en general, con la legítima lucha del pueblo vasco.
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