Ahora ya sabemos a la razón por la cuál el general Rafael Macedo de la Concha viajó al estado español hace poco más de 10 días. Simple. Como lacayo de los tiempos coloniales fue a recibir instrucciones directas de parte del Ministro del Interior Ángel Acebes para expandir el hostigamiento en contra del pueblo vasco a territorio mexicano, aprovechando la sumisión de Vicente Fox ante el hoy genocida José María Aznar, autor intelectual junto a Tony Blair y George W. Bush de la matanza de miles de iraquíes.
Macedo y Acebes ya tienen a la primera víctima de su particular obsesión represiva; Lorenzo Llona Olalde.
Aquí lo que nos informa La Jornada:
Detiene la AFI a mexicano de origen vasco para extraditarlo a España
Buscan en México a otros oriundos de Euskadi; el arresto, en Zacatecas, fue violento
Andrea Becerril
Lorenzo Llona Olalde, ciudadano mexicano de origen vasco, fue detenido ayer en Zacatecas por policías federales y trasladado al Reclusorio Preventivo Sur, en la ciudad de México, para enfrentar un juicio de extradición a España, solicitado por el gobierno de José María Aznar.
La esposa de Llona, Guadalupe Orozco, y sus tres hijos, demandaron al presidente Vicente Fox que se garantice un juicio justo, sin aceptar presiones del gobierno español, ya que tiene 22 años de radicar en México, cerca de una década de haberse nacionalizado mexicano y cuenta con el respeto de su comunidad.
¿Quién es Lorenzo Llona?
Lorenzo Llona Olalde llegó a México en diciembre de 1980 con un grupo de vascos asilados por el gobierno del entonces presidente José López Portillo. Dejó atrás toda actividad política, formó una familia y no ha tenido problema alguno, pero el gobierno español comenzó a presionar para extraditarlo y hace dos meses, de manera ilegal, dos policías españoles lo fueron a buscar a Zacatecas para amenazarlo con extraditarlo, a menos que les proporcionara datos de otros vascos residentes en territorio mexicano.
"Eran una mujer y un hombre que se identificaron como miembros de la policía de España; le insistieron en que cooperara con ellos, que delatara a otros vascos, que dijera si hay otros escondidos en México y que entonces ellos retirarían la solicitud de extradición y hasta le podrían dar una recompensa económica", precisó su esposa.
Llona Olalde les respondió que no tenía información alguna, porque desde que recibió asilo político, en la década de los 80, dejó de frecuentar a sus paisanos; no se reúne con nadie "y se ha dedicado a vivir en paz en su nuevo país". Los policías españoles insistieron en que cooperara o "iba a fastidiar a su familia".
El matrimonio no pudo investigar si las autoridades mexicanas supieron de la visita de los policías españoles. Los agentes llegaron a las ocho de la mañana a la casa de los Llona Orozco y luego de las amenazas les advirtieron: "no se les vaya a ocurrir avisar a nadie que estuvimos aquí, no antes de las siete de la noche o se van a arrepentir".
Dos meses después de aquel suceso se da la detención. Poco después de las 11 de la mañana de ayer, Llona Olalde fue interceptado cuando salía de su domicilio en la ciudad de Zacatecas, por ocho policías de la Agencia Federal de Investigación (AFI), quienes, según relatan los familiares, lo subieron a empujones a una Suburban, pese a que no se resistió al arresto.
Inclusive encañonaron a su hijo de 19 años, Asier Llona, porque se negaba a entregarles la llave del auto de la familia, en el que pretendían ir tras la Suburban para saber adónde llevaban a su padre.
Horas después, la señora Orozco de Llona logró que un funcionario de la delegación de la Procuraduría General de la República en Zacatecas, de apellidos García Rivas, le informara que su esposo había sido trasladado en avión al Reclusorio Sur, en la ciudad de México, con base en una orden de aprehensión girada por el juzgado 15 de distrito, sobre una petición de extradición del gobierno español.
"Mis tres hijos y yo le pedimos al presidente Fox que no ceda a las presiones del gobierno español y que no permita que se desintegre una familia mexicana. Mi esposo no tiene otro país que este, ha demostrado su amor por esta tierra y no nos parece justo que se le impida seguir viviendo aquí en paz, como lo ha hecho los 22 años anteriores."
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