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sábado, 17 de agosto de 2024

'Identidad(es) Vasca(s)'

Les compartimos este análisis publicado por Deia acerca de un estudio llevado a cabo para estudiar y entender lo vasco.

Queda agradecer que se haya incluido a la diáspora vasca.

Adelante con la lectura:


Explorando la esencia de Euskal Herria

El estudio ‘Identidad(es) vasca(s) en el siglo XXI: objetivo 2050’, impulsado por Eusko Ikaskuntza, analiza cómo se redefine la identidad vasca en una era de cambios constantes

Javier Alonso

¿Quiénes somos? Esta pregunta, tan sencilla y a la vez tan compleja, resuena hoy con fuerza en toda Euskal Herria. En un mundo que se mueve a un ritmo frenético, donde las fronteras culturales parecen desvanecerse y las identidades se mezclan, la identidad vasca se enfrenta un importante desafío: cómo mantenerse fiel a sus raíces mientras se adapta a un futuro globalizado.

El euskera, el deporte rural, los dantzaris y las fiestas tradicionales son algunos de los pilares que han sostenido la identidad vasca a lo largo del tiempo. Sin embargo, la modernidad y la globalización plantean nuevos retos y preguntas. ¿Qué significa ser vasco y vasca hoy en día? ¿Dónde debemos situar la identidad vasca en una sociedad plural y cada vez más diversa? ¿Cómo cambiará esta identidad en el futuro? ¿Qué papel juega la juventud en esta evolución?

Un Proyecto de futuro

Para responder a estos interrogantes, se ha realizado un ambicioso proyecto de investigación, titulado Identidad(es) vasca(s) en el siglo XXI: objetivo 2050, que no solo busca comprender el presente, sino también anticipar y moldear el futuro de la identidad vasca.

“El objetivo es ver cuál es el contexto actual, entender sobre qué elementos se fundamenta la identidad vasca y a partir de ahí, identificar posibles retos, y ver cómo se puede proyectar en el futuro. Esto siempre en términos hipotéticos y con mucha cautela. Lo que decimos no es contundente. Una cosa es la imagen que vemos hoy en día y otra lo que nos gustaría que fuera en el futuro”, señala Iñaki Zaldua, uno de los miembros del equipo de expertos encargado de realizar el estudio.

Por su parte, Josune Etxaniz, responsable de proyectos de Eusko Ikaskuntza, resalta la importancia del proyecto: “La cuestión identitaria es un tema que interesa porque forma parte de nuestro ser. Lo llevamos dentro, aunque cada uno lo vive de una manera diferente”.

 Para Etxaniz, compartir estas reflexiones “ayuda a acercarse a otras personas y hacer comunidad”.
Investigación a fondo

Dirigido por Patxi Juaristi Larrinaga, profesor de Ciencias Políticas en la UPV/EHU, este estudio se ha desarrollado en tres fases desde 2022, con la intención de proponer una renovada identidad plural, cohesionadora e integradora para Euskadi, Nafarroa e Ipar Euskal Herria.

En la primera fase del proyecto, que tuvo lugar de marzo a diciembre de 2022, se recabó información de manera exhaustiva. Mediante narraciones personales y entrevistas en profundidad a personas de diferentes edades, géneros y orígenes geográficos, se ha intentado explorar cómo se vive la identidad vasca en los diferentes territorios de Euskal Herria y cuál es la proyección que se hace para los próximos años en cada uno de ellos. “La identidad es algo complejo. Dependiendo del sector, del ámbito político y sociológico al que pertenezca la persona va a desarrollar una serie de discursos u otros”, reconoce Zaldua.

También se analizaron diferentes páginas web para entender cómo las asociaciones, empresas e instituciones reflejan la identidad vasca en sus espacios digitales. “Hemos hecho un análisis bastante complejo en el que hemos estudiado su imagen, si era más moderna o tradicional, el idioma, las referencias al territorio, si aparecen símbolos y de qué tipo…”, explica Iñaki Zaldua.

La segunda fase, celebrada entre enero y noviembre de 2023, se centró en profundizar y contrastar la información obtenida. Durante esta etapa se organizaron grupos de discusión con jóvenes de entre 17 y 25 años en varias localidades de Euskal Herria como Baiona, Leioa, Idiazabal, Iruñea y Gasteiz, recogiendo así una visión amplia y diversa de la identidad vasca contemporánea. Su aportación ha sido muy relevante. “Hay una serie de elementos generales, comunes para la mayoría, como son el territorio y el euskera. Sin embargo, la juventud, aunque encuentra aspectos compartidos, estructura su identidad en elementos diferentes entre ellos”.

La fase final del proyecto, que se ha extendido hasta junio de 2024, buscaba contrastar las propuestas de futuro con todos los actores involucrados, incluidos aquellos que se encuentran en la diáspora.

A través de un enfoque basado en la teoría fundamentada, el equipo de investigación ha recogido y analizado datos directamente de la ciudadanía. Esta metodología inductiva ha sido clave para asegurar que las conclusiones se deriven directamente de la información recopilada, en lugar de imponer teorías preconcebidas. Además, ha permitido realizar un análisis continuo y dinámico, donde cada nueva información ha contribuido a completar las hipótesis iniciales.
Conclusiones del estudio

De la información obtenida se extraen algunas ideas interesantes. Una de ellas es que la identidad vasca no es monolítica, sino que posee una diversidad interna significativa. Esta diversidad se manifiesta en dialectos del euskera, tradiciones culturales y actitudes políticas.

“Euskal Herria es muy compleja y diversa. Eso ha salido reflejado en las entrevistas y en los grupos de discusión. Existen diferencias incluso dentro de un mismo territorio. En Bizkaia no es igual la zona de Enkarterri o Meatzaldea que la de Gernika o Lekeitio. Gipuzkoa también tiene sus diferencias; no es lo mismo Irun que Azpeitia. Y qué decir de Nafarroa, que tiene políticas lingüísticas diferentes en el norte y en el sur. En Ipar Euskal Herria no se percibe igual la identidad vasca en la costa de Lapurdi que en Zuberoa”, expone Zaldua.

Sin embargo, a pesar de las diferencias, hay elementos comunes que sirven como nexo de unión: “No hay duda de que el euskera es una parte fundamental de nuestra identidad. El territorio como estructura es también algo muy importante”.

Así, quienes definen la identidad vasca de manera diferente, manifiestan que el euskera es un elemento esencial. Sin embargo, aparecen diferentes puntos de vista sobre su función en la identidad vasca. Algunas personas asocian el ser vasco con el conocimiento del euskera, con hablarlo o con vivir en euskera. Para éstas, sin euskera no hay identidad vasca. Para otras personas, en cambio, quienes no saben euskera o tienen dificultades para utilizarlo en el día a día, también poseen identidad vasca si manifiestan su adhesión o expresan un sentimiento a favor del euskera.

Además del euskera, existen diferentes valores como la tradición, la comunidad, la solidaridad, el inconformismo, la tendencia a la resistencia y la participación, que configuran la identidad vasca.
Desafíos y Oportunidades

A pesar de los objetivos ambiciosos del proyecto, no faltan desafíos. Algunos críticos señalan que la globalización y las nuevas tecnologías podrían diluir aspectos esenciales de la identidad vasca. Las personas participantes en el estudio parecen tenerlo claro en este sentido: la identidad vasca es algo que hay que proteger y desarrollar.

Iñaki Zaldua se muestra optimista ante estos desafíos: “Evidentemente hay una serie de miedos ante lo desconocido; no sabemos cómo se va a consolidar la identidad vasca en el futuro. Pero también hay ilusiones y esperanzas. Las nuevas tecnologías nos dan la oportunidad de poner Euskal Herria en el mundo. Internet puede hacer que elementos como un partido de pelota o un concierto de txistu puedan tener una difusión que hasta hace bien poco era impensable”.

La diversidad demográfica, debido a la inmigración y la movilidad interna, es otro de los retos a los que debe enfrentarse la sociedad. “Uno de los principales rasgos de la identidad vasca es la integración de todas las personas. No hay una actitud de miedo hacia el inmigrante. En el grupo de discusión de Idiazabal señalaban la necesidad de potenciar elementos como el euskera, pero integrando a todas las personas que vienen aquí a trabajar, a vivir y a compartir”.
Congreso histórico

Estas son solo algunas ideas que se derivan de la investigación. Las conclusiones finales se presentarán en el XIX Congreso de Estudios Vascos, que se celebrará del 2 al 4 de octubre en Vitoria-Gasteiz bajo el lema Elkartzen Gaituena / Lo que nos une / Ce qui nous rassemble. Será la quinta ocasión en que la capital vasca acoja un congreso de este tipo tras los celebrados en 1926, 1993, 2009 y 2018.

El evento aspira a ser un punto de inflexión en la construcción de la identidad vasca. “Espero una discusión muy interesante sobre los resultados del estudio para seguir ahondando en todo esto”, manifiesta Iñaki Zaldua.
Una mirada al futuro

¿Y después del congreso? No será el final, sino más bien el principio. “Veremos qué se hace una vez que expongamos los resultados y las conclusiones. Si se siguen analizando estos aspectos, si se apuesta por potenciarlos o si se quieren tomar decisiones políticas al respecto”, confiesa Zaldua.

El estudio deja “la puerta abierta para poder continuar con la investigación”, asegura el autor, quien proyecta un futuro donde la identidad vasca siga siendo una cuestión de profundo interés y orgullo para todos los vascos.

La clave del éxito será encontrar un equilibrio entre tradición y modernidad, inclusión y diversidad, asegurando que los valores y las raíces vascas sigan siendo una guía en un mundo en constante cambio. 




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