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jueves, 3 de junio de 2004

Enseñanza del Euskera en México

Desde la diáspora vasca recibimos felices la noticia de que dos universidades de México estarán incluyendo el aprendizaje del euskera a su respectivo estudiantado.

Más aun al saber que una de ellas será la UNAM, prestigiosa casa de estudios que fue fundada por dos integrantes de la diáspora vasca. Justo Sierra quien además del Méndez por línea materna se encuentran apellidos como Ibarra y Echazarreta así como Joaquín Eguía Lis, uno de los ocho signantes del acta constitutiva de la Sociedad San Ignacio de Loyola, precursora del Centro Vasco de la Ciudad de México. Además, durante siete años, Eguía Lis fue director del afamado Colegio de Las Vizcaínas.

Aquí la información publicada por La Jornada:


Universidades de México apoyan la defensa del lenguaje vasco

La UNAM y la Iberoamericana firmarán acuerdos para la enseñanza del euskera

Blanche Petrich

Durante los ocho años de gobierno del Partido Popular en España tomó vuelo el alegato contra el anhelo de los vascos de rescatar su lengua, el euskera; un afán que desde el gobierno aznarista, secundado a veces por el PSOE, se descalificó como una pretensión "racista" de imponer en el País Vasco el "monolingüismo".

Miren Azkárate, ministra de Cultura y portavoz del gobierno vasco, rechaza este argumento tajantemente. "Con ese discurso se trató de ocultar que lo que pretendía Madrid era imponer el monilongüismo español. Nosotros trabajamos por lo contrario, la búsqueda del plurilingüismo, en concordancia con la naturaleza pluricultural del Estado español que consagra la Constitución".

La vocera del lehendakari Juan José Ibarretexe confía en que con la llegada del socialista José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno del Estado español ese "talante" de beligerancia contra el nacionalismo vasco haya cambiado y permita un clima más abierto a la reforma del estatuto autonómico que propone el gobierno vasco. "Aunque en el terreno de la cultura ejercemos todas las competencias autonómicas, buscamos con un nuevo pacto evitar que Madrid trasgreda con leyes secundarias los acuerdos firmados".

En el País Vasco, lo mismo que en Cataluña y en Andalucía, señala Azkárate, se está a la espera de una definición de Rodríguez Zapatero sobre las reivindicaciones autonómicas para reformar el pacto constitucional. "Ya veremos; ya se verá cuando finalmente el nuevo presidente del gobierno conceda la entrevista al lehendakari que Aznar le negó durante cuatro años".

Una lengua rara

Como sea, los euskaldunes han logrado un renacimiento de este singular idioma, proscrito durante los largos años del franquismo, al grado de que hoy lo habla 60 por ciento de los jóvenes menores de 25 años en la comunidad autonómica vasca. Y ahora, después de promover por décadas la vascofonía, el gobierno vasco se lanza a impulsar la lengua originaria entre las numerosas colonias del país vasco emigradas a América. Para ello, la ministra de Cultura y portavoz del gobierno de Alava, Miren Azkárate, se encuentra en México para firmar acuerdos de cooperación con la UNAM y la Universidad Iberoamericana para el aprendizaje del vasco.

El acuerdo con la UNAM tiene un contenido más amplio: buscar la incorporación de asignaturas mexicanas en universidades de Euskadi.

En este esfuerzo transfronterizo de la vascofonía funciona ya un plan piloto en Argentina, donde 600 alumnos estudian este idioma.

Alguna vez el novelista vasco Bernardo Atxaga llamó a su lengua "rara, como un puerco espín"; un idioma que estuvo proscrito durante el franquismo y que en su nuevo renacimiento ha vuelto a echar raíces, al grado de que hoy, en el País Vasco, la matrícula en colegios que imparten todo su programa pedagógico en vasco, con el castellano sólo como una materia más, acapara 60 por ciento, mientras que los planes de estudio que tienen el español como idioma oficial y el vasco como lengua extranjera sólo atraen 10 por ciento de las inscripciones. Resultado: hoy, según las encuestas oficiales, 60 por ciento de los jóvenes menores de 20 años en la comunidad autonómica vasca son totalmente bilingües.

De las venturas y desventuras del vasco habla la ministra Azkárate en entrevista con La Jornada. El euskera, una lengua sin raíces conocidas, quizá la más antigua de Europa, empezó a declinar desde fines del siglo XIX. A principios del siglo XX, explica, era el idioma de los campesinos y los pescadores. A diferencia del catalán, había perdido raíces en la burguesía y la intelectualidad. Con el nacimiento del Partido Nacionalista Vasco y la fundación de la Academia de la Lengua Vasca en 1918, el euskera experimenta un primer renacimiento en el que prolifera la novela, la poesía y el teatro. El triunfo del franquismo en la Guerra Civil abortó este brote incipiente. Los escritores vascos sobrevivieron en el exilio -México, Venezuela, Argentina- y enviaban clandestinamente algunos ejemplares de la editorial Ekin al terruño. En los 50, a contracorriente de la represión de la pluralidad cultural, empezaron a funcionar las primeras ikastolas, escuelas vascas, que desde luego eran ilegales.

En las ikastolas, los métodos pedagógicos eran más potentes que los que existían en los colegios religiosos, y los padres de familia empezaron a preferir la educación bilingüe para sus hijos. Cuando llegó la democracia, este sistema escolar autóctono había cobrado carta de naturalización en el País Vasco.

Las primeras encuestas que se realizan a fines de los setenta y principios de los ochenta revelan que en las siete provincias vascas (siete en el Estado español, incluida Navarra y tres en Francia) la población vascoparlante no llega ni a 20 por ciento. Generaciones enteras habían perdido el idioma original de su tierra. Una década después, nuevas encuestas dan fe de la tenacidad de los vascos en su anhelo de recuperar esa pieza de identidad de las familias, incluso de los cientos de miles de emigrantes que llegaron durante el franquismo al próspero Euskadi. El promedio alcanzaba ya 25 por ciento y hasta 30 por ciento en las provincias más tradicionales, Guipúzcoa y Vizcaya.

La curva de edad revelaba también los tiempos de la dictadura. Entre los mayores de 65 años el euskera era una lengua aún viva. Entre los 40 y 65 casi se había olvidado. Pero se percibía un claro repunte entre los jóvenes menores de 25 años, 50 por ciento de ellos totalmente bilingües.

En 1999 el Congreso vasco, en Vitoria, aprueba el plan general de promoción de la lengua vasca. Su estrategia persigue tres objetivos: "ganar vascoparlantes"; lograr la aplicación del euskera en el mundo empresarial, comercial, científico, técnico y en las nuevas tecnologías y asegurar la calidad de la lengua.

-¿Cuál es la clave de este éxito en el renacimiento de una lengua que agonizaba?

-Sencillo -señala Miren Azkárate-: los vascos lo entendieron como un valor propio, como un patrimonio que querían conservar. 




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