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sábado, 6 de mayo de 2023

El Fusilamiento de Luis Álava

Cada vez que un español se rasgue las vestiduras por lo que acostumbran denominar "los años del plomo" hay que saber guardar la compostura. Recuerden, es una sucia artimaña que tiene como objetivo convertir al victimario en víctima, casi que por obra y gracia del Espíritu Santo.

Si ese español encima es españolista, peor aún.

Porque los crímenes cometidos por el españolismo en contra del pueblo vasco son tantos y a lo largo de tantos siglos que resultaría un ejercicio en dejadez intelectual sentir pena por sus alegatos.

Como muestra de lo anterior, traemos a ustedes este ejercicio de memoria histórica relativo a la Red Álava por cortesía de Naiz:


80 años del fusilamiento de Luis Álava, el médico que lideró una red de solidarios

La historia de Luis Álava es una historia de entreguerras, que narra la crueldad de los regímenes fascistas contra una red solidaria. Tal día como hoy de hace 80 años, este médico murgiarra moría fusilado en Madrid por ser el líder de una red antifascistas.

Marcel Pena

Luis Álava Sautu fue fusilado en Madrid por las autoridades franquistas tal día como hoy, 6 de mayo, de hace 80 años. Este médico de Murgia era el líder de una red clandestina en el interior que operaba para el Gobierno Vasco en el exilio, pero la entrada de las tropas nazis en París provocó que unos papeles del escritorio del lehendakari Agirre acabaran en manos enemigas. Álava lo pagó con su vida.

Miembro del PNV desde la década de los años 10, en 1936 Álava ejercía como presidente de la Junta Municipal del PNV de Gasteiz, si bien tras la caída de Araba en manos de los franquistas no fue detenido ni perseguido. Con el final de la guerra en Hego Euskal Herria y a instancias del propio lehendakari Agirre, se organizó una red de resistencia y apoyo a presos vascos en cada una de las provincias de Hegoalde. Entre sus labores también estaba esconder simpatizantes nacionalistas y facilitar su exilio a Europa. Luis Álava fue nombrado secretario general de esta organización.

Luis Álava daba nombre a la «Red Álava», un grupo antifascista conformado en su mayoría por mujeres que, a propuesta del Gobierno Vasco, ejercía labores de inteligencia durante la Guerra de 1936 y la Posguerra, pero también durante la II Guerra Mundial en favor de los Aliados, mientras realizaban una oposición no violenta contra la Dictadura franquista.

La guerra había terminado en Hego Euskal Herria en 1937 y desde entonces el Gobierno legítimo de José Antonio Agirre se había instalado en el Estado francés. Sin embargo, una nueva guerra estallaría pronto en Europa. Siempre en contacto con el Gobierno en el exilio, la «Red Álava» también realizó informes para los Aliados sobre la organización del Ejército franquista. Sin embargo, esos informes fueron la sentencia de muerte de Luis Álava. Después de que las tropas alemanas ocuparan París y, de paso, en la sede del Gobierno Vasco ubicada en la capital francesa, Álava fue detenido el 2 de enero de 1941 en Gasteiz. Junto a él, otros 27 miembros de la red de apoyo fueron arrestados.

En la ocupación y registro de la sede del Gobierno Vasco participó, entre otros, el policía español y agente de la Alemania nazi Pedro Urraca, principalmente conocido por ser quien entregó al president Lluís Companys en Irun a las autoridades españolas en 1940, para más tarde ser fusilado. Las relaciones entre ambos regímenes fascistas provocaron que los informes de la «Red Álava» acabaran en posesión del Servicio Exterior de la Policía franquista.

Sentencia a muerte

Hasta en dos juicios condenaron a Álava y el resto de acusados. El primero, celebrado en julio de 1941, acabó con condenas de entre 20 y 30 años para 19 miembros del aparato. A Álava, en cambio, se le sentenció a muerte. Una pena que provocó la movilización de dirigentes y eclesiásticos europeos, como el mariscal Petain, que solicitaron el indulto. El 18 de septiembre de 1942, esas condenas fueron ratificadas por el Tribunal Supremo de Justicia Militar.

De todos los solidarios detenidos, solo Luis Álava fue fusilado. Su condena pretendía ser un ejemplo para los opositores al régimen franquista. Murió el 6 de mayo de 1943, hace 80 años, en Madrid. Pagó el haber formado parte de una red solidaria y de haber plantado cara al fascismo, español y europeo, incluso después de la derrota en la guerra de 1936. Álava no murió solo, ya que aquel 6 de mayo también fue el final para otros diez represaliados, entre los que se encontraba el preso comunista Andrés Asiain, natural de Altsasu. Ambos estaban esposados uno al otro en el momento en que fueron fusilados.

Serenidad frente a la muerte

Luis Álava Sautu nació en Gasteiz el 18 de noviembre de 1890. Ingeniero agrónomo y químico de formación, estuvo ligado desde joven al mundo nacionalista, fue candidato a diputado a las Cortes y, al estallar la sublevación militar franquista en julio de 1936, era presidente de la Junta Municipal del PNV en Gasteiz.

Según algunos testimonios recogidos posteriormente, Álava afrontó con gran serenidad su condena a muerte gracias a una ferviente fe religiosa que incluso logró transmitir al resto de presos, anarquistas y comunistas, con los que fue fusilado. El cuerpo de Luis Álava fue trasladado a Murgia, donde descansa en su país.

Desde hace años, cada aniversario de su muerte el cementerio de Murgia es el escenario de un gran acto en su recuerdo. Este año, para conmemorar la efeméride, Sabino Arana Fundazioa organizó este jueves una conferencia para recordar el 80 aniversario del fusilamiento de Luis Álava titulada ‘Red Álava. Buceando sin bombona en el proceso judicial’ a cargo del abogado Txema Montero.

En 2018, coincidiendo con el 75º aniversario de su muerte, el Ayuntamiento de Gasteiz inauguró una placa de recuerdo en el Paseo de la Senda donde se explica el papel de Luis Álava y la «Red Álava» durante la guerra de 1936 y la II Guerra Mundial.

 

 

 

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