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lunes, 8 de julio de 2013

Echeverría V. | Frei Betto y la Teología

Nuestro amigo Pedro Echeverría nos ha enviado este texto que aquí compartimos con ustedes:

Frei Betto y la Teología

Frei Betto renunció por dignidad cuando otros pueden pasar la vida cobrando y obedeciendo

Pedro Echeverría V.

Alguien atento me envió un trabajo de Frei Betto, el religioso dominico,  escritor, activista, expreso político y habitante de las favelas brasileñas. Desde hace décadas lo conocía como uno de los representantes destacados de la Teología de la liberación junto a Leonardo Boff y otros religiosos más que se han convertido en analistas, periodistas y escritores. Revisando biografías me encontré que en el camino de sus batallas con los campesinos del Movimiento Sin Tierra, fue invitado por el presidente Lula da Silva a participar en su gobierno realizando las mismas tareas que cumplía trabajando sólo y sin ningún tipo de apoyo. ¿Qué mejor, diría algún socialista un poco iluso, que continuar haciendo el trabajo que a cada quien le gusta, pero ahora con todos los apoyos y sin límites o compromisos ideológicos?

Confiesa Frei Betto: “Lula me invitó a trabajar, con los más pobres de los pobres, los hambrientos (es decir, con cerca de 45 millones de personas). [...] Pero después de dos años hubo un cambio en el programa: lo que era un programa emancipatorio, con el tiempo se fue transformando en un programa electoralista. [...] Con el tiempo se descubrió que conviene mantener a las familias en la dependencia permanente del gobierno porque esto resulta en más votos en las elecciones. Esa des caracterización de un programa emancipatorio hacia un programa asistencialista, me hizo dejar el gobierno”. La realidad es que no hay nada extraño en el comportamiento de Lula o en cualquier político que acude a todos los medios para ganar clientela electoral, lo que me golpea es que existan más Frei Betto un poco ilusos.

Lo importante es que Frei Betto posee una ideología muy enraizada en el servicio a los pobres y en el significado de la lucha de clases. Conoció perfectamente de las gigantescas limitaciones del gobierno de Lula a pesar de que se declara  ser de izquierda o prosocialista. Sabía de la enorme miseria que se expandía en Brasil, de la lucha de los campesinos, de los problemas urbanos y de las grandes presiones de los países poderosos. Entendía Betto que Lula era un gobierno de centro-izquierda pero que el imperio de los EEUU le impediría –tal como ha sucedido en Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua- que Brasil se convierta en una potencia económica más. Fue el motivo por el que el religioso dominico se vio obligado a renunciar. No podía consumir su vida como cura socialista haciendo lo que no deseaba.

¿Qué hubiese hecho el 99 por ciento de los funcionarios burgueses y oportunistas que reciben un nombramiento del más alto cargo?  En México dicen con mucho cinismo que “vivir fuera del presupuesto público es vivir en el error” por ello cualquier político brasileño, mexicano o estadounidense, le hubiese aconsejado a Betto que siguiera cobrando, que buscara brincar a otro nuevo cargo en el siguiente gobierno y que podría obtener incluso un puesto de elección popular. “No importa lo que hagas o no hagas, lo importante es que cobres”. Pero Frei Betto está hecho con otro barro y pensamiento. ¿Cómo componer el rumbo de las cosas, cómo protestar o reclamar, si nosotros mismos nos dejamos dominar por el poder? Me dan risa los reclamos cínicos del PRI, PAN y PRD siendo más de lo mismo.

La realidad es que Frei Betto es un enorme ser humano. Además de haber escrito como algunos “intelectuales” unos 50 libros y haber recibido decenas de premios, ha sido muy radical en sus posiciones acerca de la religión y el papado. En lugar de acomodarse al pensamiento tradicional, a la corrupción de la iglesia o a un cargo público, desde hace década es un crítico y un luchador social en todos los campos. Pensando en los millones de pobres de su país ha sostenido: La única consecuencia que tendrá en Brasil la renuncia de Benedicto XVI como jefe de la Iglesia Católica será el cambio de los afiches que anunciaban su presencia en julio en esta ciudad para participar de la Jornada Mundial de la Juventud, ironizó Frei Betto. Ratzinger imprimirá su sello en el próximo Papa.

No puede olvidarse que la Teología de la Liberación, como línea progresista del catolicismo surgida en los años 60 en América Latina, fue la más criticada y censurada por Juan Pablo II y el Papa Ratzinger.  Frei Betto (seudónimo de Alberto Libânio) ha sido uno de los sustentantes. Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (sucesora de la Inquisición) prohibió enseñar teología a personalidades como el suizo Hans Küng y el brasileño Leonardo Boff.  Dice Betto: ''Soy muy pesimista'': no creo que el nuevo Papa cambie el rumbo conservador de la Iglesia Católica y la modernice; jamás hará algo que desagrade a su antecesor; mantendrá la prohibición del debate en la Iglesia de temas como el aborto, el fin del celibato sacerdotal, el derecho de las mujeres al sacerdocio, el uso de preservativos, la aplicación de células madre, la unión de homosexuales, etcétera.

En México, con excepción de lo que sabemos de la Teología de la Liberación que en diferentes momentos encabezaron: Sergio Méndez Arceo, Arturo Lona, Samuel Ruiz, Raúl Vera, Alejandro Solalinde, no estamos enterados de que se haya fortalecido esta corriente en los últimos años. Quizá el enorme poder de los papas conservadores, unido al de los cardenales de México, Guadalajara, Monterrey y de otros obispos totalmente identificados con los más grandes empresarios, los gobiernos y grupos de narcotraficantes, haya hecho que la causa de que los curas o sacerdotes de Teología de la Liberación no tengan la fuerza para manifestar una opinión discrepante. De todas maneras no han muerto las esperanzas en que también en esta región surjan nuevos Gustavo Gutiérrez, Jon Sobrino y Camilo Torres, Goff o Betto.






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