Han pasado dos décadas desde que, en el escenario post 11-S, aprovechando la doctrina Bush del "conmigo o contra mi", el criminal de guerra José María Aznar y el gris inquisidor Juan del Olmo, se confabularon para lanzar un ataque simultáneo en contra del euskera y de la libertad de prensa en Hegoalde, procediendo a la criminalización y cierre del diario Euskaldunon Egunkaria.
Naiz nos presenta esta reseña del acto solidario llevado a cabo en Madrid para recordar tan infausta fecha:
Homenajean en Madrid a ‘Egunkaria’ 20 años después de su cierre
El grupo de activistas madrileños que hace dos décadas se organizó para expresar solidaridad con el cierre de ‘Egunkaria’ ha organizado una mesa redonda con su director, Martxelo Otamendi, y el juez que dictó la absolución del caso, Javier Gómez Bermúdez.
Daniel Galvalizi«Por la libertad de expresión», dice un cartel gigante en letras blancas sobre fondo negro y junto al logo de ‘Egunkaria’. El cartel cubre la mesa en la que ellos ponentes hablan, frente a un auditorio repleto y que ha presenciado, con silencio y emoción, un video que recordaba los sucesos de junio de 2003, cuando el juez Del Olmo decidió clausurar el único diario escrito completamente en euskara, en una causa llena de irregularidades y torturas que acabó en absolución.
En el barrio de Embajadores, al sur del centro madrileño, concretamente en El Ateneo La Maliciosa, ha estado Martxelo Otamendi, que fue director del periódico y denunció torturas durante la detención, un caso que concluyó en condena europea al Estado español. En la mesa redonda convocada para recordar lo ocurrido hace dos décadas también han formado parte el periodista Luis Rodríguez Aizpeolea, el juez Javier Gómez Bermúdez y los actores Amparo Climent y Carlos Olalla.
«Este es el trabajo de un grupo de madrileños, algunos de origen vasco y muchos otros madrileños de pura cepa, que fueron solidarios con nosotros y que empezaron a organizarse en aquel momento, y que estuvieron muy activos durante todo el tiempo de lo que fue el cierre del periódico y el juicio», ha indicado en conversación con NAIZ antes de comenzar el acto Martxelo Otamendi.
El actual director de ‘Berria’ recuerda que estos activistas «pelearon mucho porque la Delegación del Gobierno no les permitía hacer una manifestación por el cierre y también estuvieron muy activos en otras causas, como el 18/98». Ha dicho estarles «eternamente agradecido» y ha explicado que fue convocado hace unos meses, cuando le informaron de la intención de hacer un acto con una mesa redonda por los 20 años. También ha recordado que el otro periodista presente, Aizpeolea, «fue siempre muy solidario y ha denunciado las torturas» en el marco de la causa.
El exmagistrado Gómez Bermúdez fue presidente del tribunal de tres jueces que absolvió a los acusados y era jefe de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Ha destacado su papel: «En el tema ‘Egunkaria’ la sentencia fue muy dura con el juez instructor, le pegaron una solemne torta al juez Del Olmo [instructor], señalando que no hizo nada para frenar las torturas», afirma Otamendi. Cabe recordar que Gómez Bermúdez también fue jefe del juzgado central de Vigilancia Penitenciaria.
«Lo que me valió el cierre de ‘Egunkaria’ es conocer otro Madrid, el Madrid de izquierdas, solidario, que antepone ante todo el respeto a los derechos humanos. Es injusto pensar que todo Madrid es Díaz Ayuso, los vascos especialmente lo hemos conocido históricamente esto», subraya.
En ese sentido, cabe recordar que, hace menos de dos años, la obra de teatro ‘Los papeles de Sísifo’, que narra lo sucedido con el cierre del diario euskaldun, se presentó en el Teatro María Guerrero de Madrid, producida por el Centro Dramático Nacional, y no solo fue un éxito de taquilla sino un hito histórico: la primera vez que una obra ciento por ciento en euskara se presentaba en esa icónica sala.
«El mal no quedó resarcido»
Uno de los organizadores del evento es Pedro Casas, de la Asociación Vecinos de Carabanchel y uno de esos activistas que participa de casi todas las causas sociales habidas y por haber en Madrid, desde los movimientos memorialistas hasta los ecologistas y vecinalistas. «Esto surge porque en el año 2003, cuando nos enteramos lo de ‘Egunkaria,’ creamos en Madrid un grupo de apoyo y denuncia de lo que estaba ocurriendo, y se sumaron varios grupos, colectivos, organizaciones, que hicieron varios actos. Ahora queríamos recordarlo», dice Casas a NAIZ.
«A pesar de cómo lo maltrataron con torturas, él no falló nunca a los actos que organizamos. Nos parecía que Madrid merecía hacerle un modesto homenaje y también recordar que la mayoría del mal que provocaron con esta causa no quedó resarcido, aunque la sentencia fue absolutoria y tuvieron que pasar siete años. El periódico no volvió a abrir, hubo perjuicios económicos y de todo tipo, daños morales a las personas implicadas... Ni siquiera el Estado tuvo un detalle de compensar económica y moralmente a las víctimas y creo que esto hay que destacarlo», ha agregado.
Casas expresa la contradicción de que desde la élite política se hable de una «democracia consolidada en el Estado español, pero estas cosas sigan ocurriendo, lo de ‘Egunkaria’ ocurrió hace relativamente poco, y la libertad de expresión sigue amenazada y lo vemos en el caso de Pablo González». En el acto se ha emitido también un vídeo sobre el caso del periodista vasco encarcelado en Polonia con declaraciones de Oihana Goiriena y había un par de carteles alusivos a la vulneración de sus derechos.
El activista recuerda que cuando iba a comenzar el juicio, en 2009, intentaron hacer una manifestación que la Delegación del Gobierno español prohibió porque se decía que «podía generar violencia y que podía ser entendido como un apoyo explícito a ETA». Pese a todo, ellos realizaron una concentración en la Puerta del Sol «para mostrar la solidaridad».
Al comenzar el acto, la actriz Amparo Climent ha leído un texto que pone contexto político y legal a lo acontecido en 2003 y también fragmentos de un texto del escritor Miguel Hérnandez. Después su colega Olalla ha comentado un video transmitido en la pantalla trasera, en el que se recuerda cuando Fermín Muguruza subió al escenario en los Premios de la Música de aquel año, pidió justicia y solidaridad con ‘Egunkaria’ y fue abucheado y pitado. «Esto es muy explicativo de lo que ocurrió esos días. Y ver que es abucheado un hombre por pedir que se defienda la libertad de expresión, como artista, me da vergüenza», ha enfatizado el intérprete catalán.
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