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lunes, 8 de julio de 2019

El Vaivén Galo

Pareciera ser que París simple y sencillamente no sabe que hacer con respecto al proceso de paz vasco. 

Como las da de cal como las da de arena. 


Están hechos un auténtico lío por no se capaces de mostrar autonomía de decisiones con respecto a la pauta marcada por Madrid.

Por el momento les dejamos con esto publicado por Naiz:


El preso vasco Garikoitz Aspiazu ha sido trasladado hoy a la prisión de Lannemezan, distante en menos de 200 kilómetros de Euskal Herria. El preso bilbotarra cumplía condena hasta ahora en la prisión de Arles (589 km), que tras este traslado se vacía de presos vascos. El traslado de Aspiazu llega semanas después del acercamiento de Mikel Karrera.

Maite Ubiria Beaumont

Garikoitz Aspiazu fue detenido el 17 de noviembre de 2008 cerca de la localidad francesa de Cauterets. Fue condenado el 13 marzo de 2013 a 20 años de prisión por el secuestro, en 2007, de una familia de turistas de origen español en Messanges (Landas).

Estas personas fueron retenidas durante tres días en una casa antes de ser liberadas y su camping-car fue utilizado por ETA para llevar acabo un atentado con explosivos, –que no causó víctimas–, en la costa valenciana.

Durante el juicio por esos hechos, el 18 de febrero de 2013, en que además de Aspiazu se sentaron otros nueve vascos en el banquillo, el considerado responsable del aparato militar de ETA leyó una declaración ante la Corte de Apelación de París en la que la organización armada lamentaba el daño causado a las víctimas y se hacia un llamamiento a Gobierno francés a «implicarse en la resolución del conflicto y a no cerrar las puertas a esta oportunidad de lograr la paz».

En un proceso posterior, Aspiazu fue condenado a otros 8 años más por la justicia gala, al ser acusado de varios delitos, entre ellos asociación de malhechores con fines «terroristas».

Con anterioridad Aspiazu fue condenado en 2011 por la Audiencia Nacional española a un total de 377 años de prisión por un total de «21 tentativas de asesinato y otros actos terroristas».


Se retoman los acercamientos en mayo

El de Azpiazu es el último traslado de un preso vasco desde que, en mayo, llegara a la cárcel occitana el iruindarra Mikel Kabikoitz Karrera.

El traslado de Karrera puso en marcha el proceso de acercamientos, una vez que, a principios de año, la delegación integrada por electos y miembros de la sociedad civil de Ipar Euskal Herria retomara el diálogo con el Ministerio de Justicia. 



El acercamiento de Karrera –condenado a dos cadenas perpetuas en el Estado francés– se produjo después de que el Ministerio Fiscal no recurriera el fallo judicial que, mencionando tanto razones familiares como de contexto político, avaló la petición del preso navarro de ser acercado a Euskal Herria.

Ese acercamiento cobró especial significación también porque el mismo se produjo solo cuatro días después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, de visita en Biarritz, elogiara los avances reportados por el espacio de diálogo abierto entre la delegación que encabeza el presidente de la Mancomunidad Vasca, Jean-René Etchegaray, y el Ministerio de Justicia que dirige Nicole Belloubet.



Y también porque fueron los obtáculos planteados por París al traslado de «dos presos con historial» los que motivaron el parón en el diálogo en París. De hecho, la segunda de a bordo de Justicia, Hélène Davo, citó por los nombres de Garikoitz Aspiazu y Mikel Karrera, dando poe hecho que no se produciría el paso que, finalmente, ha llegado seis meses después.

Cabe recordar, en todo caso, que desde que se bloqueara el diálogo y hasta el traslado de Aspiazu, la familia del preso ha debido seguir recorriendo los 700 kilómetros que Separan Bilbo de la prisión provenzal de Arles.

De hecho la compañera y el hijo de corta de edad del preso sufrieron un accidente de coche, el primero reportado en 2019 por la asociación Etxerat. Con la salida de Aspiazu de Arles, esa cárcel se queda sin presos vascos, lo que ha ocurrido ya con media docena de prisiones en los últimos meses.

Vascos en cárceles francesas

Según los datos facilitados por Bake Bidea tras la vuelta a los contactos con París, y teniendo en cuenta la llegada ahora a Lannemezan de Garikoitz Aspiazu, de la cuarentena de miembros que integran actualmente el colectivo de presos vascos en cárceles francesas 16 siguen todavía alejados de Euskal Herria.



Tras anunciar el deshielo del diálogo con París, la delegación fijó los objetivos pendientes: acercar a los presos hombres a Mont-de-Marsan o Lannemezan (son 7 tras los dos últimos acercamientos, y teniendo en cuenta que Josu Urrutikoetxea sigue ingresado en la parisina prisión de la Santé), dar una solución a la situación de las mujeres (sin posibilidades de acercamiento, la solución pasaría por el reagrupamiento de las militantes que así lo soliciten en la prisión de Rennes, en Bretaña); quitar el estatus de vigilancia especial (DPS) que aún pesa sobre 12 prisioneros vascos y, de forma especialmente urgente, encauzar la «situación insoportable» de los tres presos labortanos que avanzan hacia los 30 años de encarcelamiento: Jakes Esnal, Ion Kepa Parot y Xistor Haranburu.

Precisamente el viernes, la Fiscalía gala bloqueó la liberación de Haranburu, que cumple condena en la misma prisión a la que ha llegado Aspiazu, pese al fallo favorable a su excarcelación de la parte del tribunal de aplicación de penas.

Actualmente hay 13 presos vascos en la cárcel de Lannemezan y otros 12 en la de Mont-de-Marsan ( situada a 104 kilómetros de Baiona).






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